Categorías: Economía
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6 octubre, 2024 12:51 am

El aceite de oliva está resurgiendo

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El aceite de oliva está recuperando su protagonismo en las almazaras. Tras tres años de recolecciones de aceitunas desastrosas que han mermado las reservas y elevado los precios a cifras récord, la nueva campaña que comienza promete un notable aumento en la producción.

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Según las proyecciones difundidas este viernes por el Ministerio de Agricultura, se observa un cambio significativo en la tendencia. Actualmente, se estima que la producción de aceite superará los 1,26 millones de toneladas, lo que representa un incremento del 48% respecto a la campaña anterior y un 4% más que la media de los últimos cinco años.

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Este crecimiento se atribuye principalmente a la notable subida en la producción de olivos en Andalucía, que se espera que aumente un 77%. El sector agrícola está presionando para mantener los precios en su origen, mientras que la industria busca reducirlos. En un año típico, Andalucía, la principal región productora a nivel mundial, genera aproximadamente el 70% del aceite de oliva en España, y para esta campaña se anticipa que su participación sea aún mayor, alcanzando el 81%. Solo Andalucía y Castilla-La Mancha prevén un aumento en la producción de aceite, mientras que otras regiones sufren las consecuencias de la sequía y las altas temperaturas, con disminuciones que alcanzan hasta el 59% en Cataluña, 45% en Aragón y 71% en la Comunidad Valenciana. La dependencia del mercado del aceite de oliva de Andalucía es mayor que nunca. Con un mayor volumen de producto disponible, es probable que los precios exorbitantes vistos en supermercados durante los últimos dos años comiencen a estabilizarse. Desde 2021, el aceite de oliva ha aumentado su precio un 170%, lo que ha llevado a una disminución en su consumo. En contraste, el aceite de girasol ha logrado su mayor participación en el mercado, alcanzando un 33,8% en 2023, debido a su menor costo. En este contexto, el sector espera con optimismo poder revertir la situación y recuperar sus ventas.

Se proyecta que durante la campaña 2024/2025 se generarán aproximadamente 1,26 millones de toneladas de aceite. Este incremento estará sujeto a la fluctuación de los precios. Sin embargo, aún no está claro en qué medida este aumento se reflejará en los costos para los consumidores. A inicios de esta semana, tras la publicación de las proyecciones de la Junta de Andalucía, comenzaron a surgir tensiones entre los distintos actores de la cadena alimentaria. Los agricultores están esforzándose para que el precio en el punto de origen permanezca elevado y así mejorar su rentabilidad. En contraste, la industria busca que estos precios disminuyan, persiguiendo el mismo fin. Desde UPA sostienen que los olivareros merecen recibir una compensación «equitativa» y no comprenden la razón para que se produzca un «colapso» en los precios de origen, que en septiembre experimentaron un descenso del 9,1% comparado con el año anterior, alcanzando los 7,39 euros por kilo para el aceite virgen extra, según informes del Ministerio de Agricultura. Por otro lado, tanto la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) como el grupo DCoop, el principal productor de aceite, advierten que todavía hay “muchas toneladas de aceite en juego”, a la espera de las lluvias de octubre, que podrían beneficiar la cosecha, aunque por ahora no se anticipan. “Estamos inquietos”, expresan desde DCoop. La producción esperada es un 48% mayor a la de la campaña anterior, que se vio afectada por la sequía y altas temperaturas. La industria no comparte esta preocupación. Según Deoleo, empresa que comercializa marcas como Carbonell y Bertolli, “estas proyecciones están alineadas con lo previsto”.

El grupo considera que, debido a una evidente disminución en el consumo provocada por los elevados precios y una mayor disponibilidad de producción en comparación con el año anterior, se espera que el mercado en origen presente una tendencia a la baja en diciembre o enero, lo que debería llevar a una relajación de precios a partir del próximo año. Esta situación impactará las ventas y limitará el aumento del aceite de girasol. Aunque desde principios de año los precios en origen están disminuyendo, el aceite de oliva experimentó un incremento del 25% interanual en agosto, según datos del INE. Los representantes del sector atribuyen esta situación a un desfase entre el aceite disponible en las estanterías y el período en el que fue producido. A medida que se vendan las botellas de la campaña anterior, que son escasas y costosas, y se introduzca el nuevo producto, los consumidores deberían percibir un cambio. Esta reacción será determinante para un sector que emplea a 365.000 personas en España, entre agricultura e industria, y que genera exportaciones que superan los 4.000 millones de euros.

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