¿Existe un fuerte rechazo en la población hacia las instalaciones de energía renovable? De acuerdo con una encuesta divulgada recientemente por la Asociación de Periodistas Agroalimentarios (APAE) y SOS Rural, la opinión de los españoles sobre las plantas solares es bastante negativa.
El estudio revela que un 56% de los encuestados se opone a la colocación de paneles solares en tierras agrícolas. GAD3, la entidad responsable del estudio, indica que ha habido un «cambio en la percepción» que ha llevado a SOS Rural a solicitar la creación de un marco regulatorio que «organice las instalaciones fotovoltaicas y proteja las tierras agrícolas, especialmente las de mayor calidad», como declaró Javier Poza Llorente, secretario general de la asociación, que también tiene representación en la región de Valencia, donde están incluidas organizaciones como la Asociación de Entidades de Caza de la Comunidad Valenciana y la Asociación en Defensa de Tradiciones Bous Al Carrer Valenciana.
SOS Rural aboga por un marco que regule las plantas solares y salvaguarde la agricultura. La encuesta es solo un ejemplo de un movimiento más amplio: ciudadanos agrupados han demostrado su resistencia a la construcción de grandes instalaciones de energías renovables, manifestándose incluso en las calles de Valencia. Esta reacción, que tomó por sorpresa al sector hace algunos años, está fuertemente influenciada por desinformación y rumores. El sector teme que aquellos que se oponen a la energía solar utilicen la desinformación y están atentos a movimientos como el que ha emergido en Asturias contra las instalaciones de baterías.
Un informe de GAD3, con un enfoque particular en la región de Murcia, donde la agricultura juega un papel importante, revela que casi un tercio de los españoles no tiene conocimiento sobre el tamaño promedio de las plantas solares. Además, más del 40% de los encuestados piensa que estas instalaciones requieren un espacio equivalente a entre 1 y 10 campos de fútbol. El estudio también destaca varias carencias, indicando que la mitad de la población ignora que es posible instalar plantas solares en tierras agrícolas, a pesar de que el 56% se opone a esta práctica. Por otro lado, el 70% de los ciudadanos asume que las empresas fotovoltaicas son responsables de gestionar los residuos industriales que producen, mientras que solo el 6% sabe que esta obligación recae en los propietarios de los terrenos.
Ante esta situación, la Asociación Valenciana de Empresas de Energías Renovables (Avaesen) se esfuerza por cambiar esta percepción. Se enfocan en ejemplos concretos, especialmente hacia aquellos que cuestionan la efectividad de los sistemas de almacenamiento energético, enfatizando que el riesgo de incendios es «muy bajo y poco probable». Pedro Fresco, director general de Avaesen y autor del libro «Energy fakes» (Barlin Libros, 2024), hizo esta aclaración durante una sesión educativa en la campaña “Queremos renovables”, que tiene como objetivo fomentar la evolución del sector renovable en la Comunidad Valenciana. Este organismo anima al gobierno regional a persistir en sus esfuerzos por acelerar la implementación de energías renovables en la región y tiene planes de presentar próximamente una guía de buenas prácticas para compartir experiencias sobre el impacto económico y la generación de empleo en el sector. “Buscamos motivar a la sociedad valenciana a apoyar las energías renovables y instar a los profesionales del sector a mejorar sus prácticas”, afirmó Fresco.
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