El gobierno, junto a sindicatos y organizaciones empresariales, se dispone a analizar en breve la posibilidad de que quienes estén en baja por incapacidad temporal puedan realizar ciertas tareas laborales, siempre que no comprometa su salud y sea decidido de manera voluntaria.
Esta información fue compartida por la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, el jueves.
Durante un desayuno informativo de Nueva Economía Fórum, Saiz mencionó que próximamente se formará un grupo de trabajo para evaluar esta propuesta. Subrayó la necesidad de llevar a cabo una revisión de la normativa relacionada con la incapacidad temporal, en función de los cambios actuales y los avances tanto médicos como tecnológicos.
También destacó que esta mesa comenzará su labor en un corto plazo, atendiendo las contribuciones de sindicatos y patronales.
En cuanto a la incorporación laboral, Saiz indicó que, en situaciones como la recuperación de un cáncer, podría existir la opción de que una persona, siempre garantizando su salud y seguridad, retome tareas de forma gradual, sin necesidad de estar completamente de alta o de baja médica. En situaciones de pluriactividad, donde una persona tiene más de un trabajo, pueden existir casos en los que pueda desempeñar algunas funciones de un empleo mientras sigue de baja en otro. “Algunas personas pueden estar en alta para ciertas actividades, pero en otras no”, concluyó.
La ayuda por incapacidad temporal está diseñada para compensar la falta de ingresos de un empleado que, de manera temporal, no puede realizar su trabajo debido a una enfermedad o un accidente, además de recibir atención médica a través de la Seguridad Social. Según la normativa vigente, durante el período de baja médica, un empleado no puede trabajar; de lo contrario, la asistencia podría ser rechazada, cancelada o suspendida. Actualmente, la norma establece que “o se está de baja o se está de alta”.
La ministra destacó que los avances tecnológicos y médicos permiten que algunas personas puedan reintegrarse al trabajo en ciertos momentos durante su recuperación.
Este nuevo enfoque se basará en la flexibilidad lograda con el reciente acuerdo sobre la compatibilidad entre trabajo y pensión en el ámbito de las pensiones. La normativa anterior era bastante rígida, definiendo claramente entre ser trabajador o pensionista. “Hemos logrado que esta transición sea más flexible y voluntaria”, comparó la ministra, señalando que la revisión de las incapacidades temporales y sus ayudas estaba incluida en dicho acuerdo.
Hasta el mes de agosto, se reportó un aumento del 18% en el gasto relacionado con subsidios de incapacidad temporal, alcanzando un total de 10.422 millones de euros.
