Wero, una nueva plataforma de pagos digitales que se asemeja a Bizum y es respaldada por importantes bancos de Alemania y Francia, ha comenzado su andadura en Francia esta semana. Su objetivo es establecerse en España en un plazo de dos años, buscando desafiar la hegemonía de Bizum, que fue lanzada en 2016 por los bancos españoles.
Wero, cuyo nombre proviene de ‘We euro’, ofrece las mismas funcionalidades que Bizum, pero añade la opción de realizar transferencias internacionales, lo que ha atraído la atención del Banco Central Europeo, que contempla un monedero digital único para toda Europa en su visión de un euro digital.
La creación de Wero es obra de la Iniciativa Europea de Pagos (EPI), que reúne a los 25 principales bancos de cuatro naciones europeas: Alemania, Bélgica, Francia y los Países Bajos. Aunque CaixaBank, Santander y BBVA fueron socios iniciales de EPI, decidieron retirarse debido a que también son los promotores de Bizum. Un portavoz de uno de estos bancos señaló que no estaban de acuerdo con la decisión de EPI de no reconocer el valor de Bizum, que ya cuenta con 23 millones de usuarios y amplio apoyo entre los consumidores. Debido a esta situación, aún no hay una fecha definida para el lanzamiento de Wero en España.
Wero inició operaciones en Alemania y Bélgica en verano y ahora ya está activo en Francia, con planes de expandirse a Luxemburgo y los Países Bajos antes de que termine el año. La empresa busca estar completamente establecida en toda Europa en tres años. Sin embargo, varias entidades de Portugal, Austria, Italia, Polonia y Finlandia también se han desvinculado del proyecto tras su lanzamiento, citando la elevada inversión requerida y la falta de claridad en el modelo de negocio de EPI. Wero es accesible tanto a través de la web del banco como mediante una aplicación que se puede descargar en el móvil.
Actualmente, es posible enviar y recibir dinero entre usuarios a través de su número de teléfono móvil o dirección de correo electrónico. A partir de 2025, se introducirá la posibilidad de realizar pagos en comercios, realizar compras en línea y manejar suscripciones. Para 2026, se tienen planes de ofrecer servicios de crédito, lo que permitirá a los usuarios aplazar sus pagos, además de integrarse en programas de fidelización de tiendas y facilitar el gasto conjunto.
Las aspiraciones de Wero se encuentran con la competencia de Bizum, que ha fortalecido su posición en el mercado español y recientemente ha establecido relaciones con el sistema italiano Bancomat Pay y el portugués MBWay para expandirse a Italia y Portugal. Gracias a estos acuerdos, Bizum podría estar accesible a través de 38 bancos y su alcance llegaría a 43 millones de usuarios. Ante la presión de grandes bancos europeos, Bizum podría enfrentarse a la posibilidad de integrarse con un competidor.
Esta opción ya ha sido adoptada por Paylib, el servicio creado por bancos franceses, que cuenta con 35 millones de usuarios registrados y planea ofrecer su inclusión en un sistema de pago europeo antes de cesar su operación en 2025. Por otro lado, los bancos españoles buscan reafirmar su presencia y evitar la introducción de Wero en los mercados donde Bizum tiene influencia. Su estrategia incluye forzar a los bancos franceses y alemanes a cooperar, similar a las colaboraciones entre operadores móviles, para crear un servicio de alcance europeo. Un punto a su favor es que tienen el control del cliente: si los bancos no están dispuestos a trabajar con Wero, sus clientes no podrán realizar transacciones. Tanto el Banco Central Europeo como la Comisión están interesados en establecer un sistema de pagos de carácter paneuropeo para hacer frente a empresas como Visa y Mastercard, que dominan el mercado en varios países, incluyendo España.
El presidente de EPI, Joachim Schmalzl, afirmó que la introducción de Wero representa un avance significativo en la promoción de la autonomía financiera en Europa. Este comentario surge a partir del lanzamiento de la aplicación en Francia. “Aspiramos a desarrollar de manera sostenible esta propuesta innovadora, preparando el terreno para un futuro de pagos digitales que sea seguro y eficaz en Europa,” agregó Schmalzl.
