El grupo Raventós Codorníu atraviesa un periodo favorable a pesar de la sequía y las desafiantes condiciones del mercado, donde los costes de producción han aumentado significativamente en los últimos años, presionando al sector agroalimentario. En este escenario, el reconocido productor de cava ha alcanzado cifras récord en sus ventas durante el ejercicio 2023-2024 (de junio a julio), mostrando un crecimiento tanto en volumen (2%) como en ingresos, alcanzando una facturación de 232 millones de euros.
Esta cifra representa un incremento del 4% en comparación con el año anterior y un 18% respecto a los niveles previos a la pandemia. También se registra una mejora en la rentabilidad, con un aumento del 15% en el beneficio operativo (Ebitda), que se sitúa en 39 millones de euros, acercándose al objetivo de 50 millones.
Aunque el fondo Carlyle posee un 68% del control del grupo, no se ha revelado el resultado neto, aunque el CEO, Sergio Fuster, ha indicado que este será positivo, alineándose con el crecimiento de otros indicadores. Con estos datos en mano, Fuster ha descrito el rendimiento del año como “espectacular”. La estrategia centrada en productos de gama media-alta y el favorable contexto del mercado de espumosos han contribuido a este crecimiento. El cava, que constituye el 55% de las ventas de la empresa (el restante 45% corresponde a vinos), está recuperando terreno respecto al champagne y al prosecco, según el directivo. El espumoso francés enfrenta una disminución en su producción y altos precios, lo que le hace perder participación de mercado. Por otro lado, la popularidad del prosecco italiano ha comenzado a disminuir tras el auge de hace un par de años. “Nuestra estrategia es aprovechar el espacio que está dejando el champagne”, afirmó Fuster, resaltando que continuarán impulsando los productos de mayor calidad, donde la colección de cava Ars Collecta tiene un papel clave.
«Es el evento más destacado que ha sucedido en el grupo desde la época de Anna de Codorniu». Esta línea de productos ha crecido cerca de un 20% en el sector de la restauración. El resurgimiento del cava está teniendo lugar a nivel mundial, pero también se está fortaleciendo en el ámbito español, que representa el 63% de sus ingresos. En el último año, Fuster ha mencionado que el consumo de cava en España ha superado al de otras bebidas espumosas, alcanzando una participación del 57,5% con un incremento de un punto porcentual. En contraste, el champagne tiene una cuota del 12% pero ha experimentado una disminución de -0,9 puntos. El prosecco, por su parte, apenas ha incrementado 0,2 puntos, logrando una participación inferior al 1,1%. Además de crecer mediante productos de mayor calidad y precio, Raventós Codorníu ha navegado con éxito la crisis de sequía que ha afectado a la industria con condiciones favorables. Tener 3.000 hectáreas de viñedos en áreas con menor déficit hídrico y los acuerdos a largo plazo con los productores les han permitido tener suficiente materia prima. «Nuestra oferta de uva supera la de otros competidores», ha resaltado el CEO. La campaña actual se anticipa además como «muy corta» debido a la escasez de agua que aún afecta a Catalunya. El grupo lidera el mercado español tanto en valor, con una participación del 30,3% (50% más que el segundo en la categoría), como en volumen, con un 21%. Raventós Codorníu vende anualmente más de 57 millones de botellas en más de 50 naciones, incluyendo tanto cava como vino, con marcas como Viña Pomal, Raimat, Scala Dei, Parxet, Abadía de Poblet, Legaris y Codorníu, entre otras.
Desde el año 2022, se ha consolidado como el principal productor de cava orgánico, alcanzando una producción actual de 11 millones de botellas. Además, a partir de 2023, toda la gama de productos de la marca Codorníu se ha transformado para ser ecológica. Para este año, se espera un crecimiento en las ventas de entre el 3% y el 5%, con la meta de sobrepasar los 240 millones en ingresos.
