Tras un descanso, la newsletter retoma con la intención de aclarar algunos aspectos respecto a un persistente asunto: la inmigración. Un fenómeno esencial para el sostenimiento de las naciones europeas envejecidas, pero que también alimenta el crecimiento de los movimientos de extrema derecha.
El asunto del mes se centra en los inmigrantes de primera y segunda generación. Al hablar de Brandemburgo, el estado que circunda Berlín, el Partido Socialdemócrata logró mantener su posición de poder, aunque por un estrecho margen, en las recientes elecciones regionales contra la opción de extrema derecha del partido Alternativa para Alemania (AfD, por sus siglas en alemán).
Su victoria, aunque por poco, alivió y contentó al ministro-presidente socialdemócrata y su equipo, a pesar de la sensación de inquietud sobre la creciente influencia de los extremistas de derecha.
El gráfico que encabeza esta newsletter muestra la distribución de escaños en Brandemburgo, y deja claro la pérdida de fuerza de los partidos verdes y liberales y el ascenso de la extrema derecha e izquierda, la última representada por la Alianza Sahra Wagenknecht (BSW, por sus siglas en alemán), conocida por su dura retórica contra la inmigración.
De este modo, se confirman las temidas predicciones sobre el incremento y normalización de la extremización política, con la inmigración como eje central.
En España, se observa un discurso similar contra los inmigrantes. En Cataluña, el caso es incluso doblemente significativo: el partido Vox mantiene su relevancia, ahora asistido por la Aliança Catalana, de orientación independentista y antiinmigrante. La visibilidad de estos grupos se incrementa con cada crisis migratoria, la más reciente relacionada a la llegada continua de embarcaciones a Canarias sin solución definitiva a la vista, lo que ha desatado disputas entre las comunidades involucradas.
En la base está claro que hay una proliferación de inmigrantes llegados por la ruta canaria. De este fenómeno se derivan votos que benefician a la extrema derecha, generando un auge. En este vaivén de incrementos, pocos se detienen a observar otro indicador importante, que refleja cuáles son los trabajos que desempeñan la mayor parte de estos inmigrantes una vez que se establecen:
La interpretación: La mayoría de los extranjeros en España se desempeñan en el sector de servicios y en profesiones que requieren menos formación y que, por sus peores condiciones, son menos buscadas por la fuerza laboral local.
No obstante, nada importa. La controversia persiste y persistirá. Genera votos. Muchos. Y prácticamente no requiere de discursos complejos, sino más bien contundentes, polarizadores y sesgados, sin oportunidad de réplica. Pues es bien sabido que la participación política de los extranjeros está muy por debajo de la de los nacionales.
Elección tras elección confirma el mismo patrón: la inmigración se convierte en el tema central tanto aquí como en el extranjero y el 5 de noviembre, el día de las elecciones presidenciales en Estados Unidos con la incertidumbre de si Kamala Harris o el ex presidente Donald Trump saldrá victorioso, se repetirá la historia.
Simultáneamente, otra cifra destaca: el récord en la llegada de turistas internacionales, un alivio económico para España siendo el turismo uno de sus principales motores financieros. Este hecho se ha evidenciado nuevamente tras la pandemia.
Sin embargo, el debate se desvía hacia otro tema al hablar de estos extranjeros: ¿Cómo hacer que sea sostenible? ¿Cómo prevenir la inflación de precios, como el de la vivienda? ¿Cómo evitar que las ciudades se conviertan en atracciones turísticas? ¿Cómo pasar del turismo casual al turismo de alta calidad? ¿Cómo monetizar más? Todas estas son preguntas válidas y sin repercusiones electorales.
El turismo actualmente es un generador significativo de empleos en el sector de servicios, observándose igualmente un aumento en la tasa de empleo. La más reciente actualización de las proyecciones para el crecimiento de la economía española asimismo revela una tendencia al alza constante:
El tema de inmigración por su lado, continúa siendo objeto de discusión, proporcionando a menudo un medio para ganar votos. Sin embargo, el debate sobre turismo sigue siendo destacado. En este contexto, ciertos aspectos importantes, reflejados en las siguientes dos gráficas, pasan desapercibidos, a pesar de su relación directa con el estado actual de la economía que está llena de cifras positivas:
El Producto Interno Bruto sigue una trayectoria creciente, y lo mismo aplica para los productos de marca blanca cada vez más populares entre consumidores con presupuestos más limitados. Al mismo tiempo, el Banco Central Europeo está reduciendo las tasas de interés para respaldar el consumo, dada una inflación que se considera bajo control, lo cual indica el deseo de impulsar la economía.
Sin embargo, algo no concuerda del todo.
¿Recuerdan la situación en Ucrania?
El conflicto de Gaza inicialmente distrajo la atención y los ataques recíprocos entre Hizbulah e Israel finalmente han ocultado la atención que se dedicaba a la guerra en Ucrania, la cual se ha extendido desde el distante 2022.
Quién hubiera imaginado tal cosa entonces…
Kyiv ha intentado un movimiento audaz: invasión del territorio ruso en la simbólica región de Kursk – sitio de una batalla fundamental entre la Unión Soviética y la Alemania nazi que cambió el rumbo de la guerra a favor de los soviéticos -, además de intentar tener misiles disponibles para un posible ataque en el territorio de Rusia, incluso en su capital, Moscú.
El simbolismo a menudo puede tener efectos significativos. Esta vez, sin embargo, parece una estrategia inevitable ante los evidentes avances rusos en otro frente hoy ausente de las primeras páginas de los diarios, el de Donbass.
El arte de los gigantes
El arte tiene una capacidad de comunicación más profunda de lo que algunos pueden anticipar. Un ejemplo de esto se puede encontrar en las festividades de gigantes que nos detallamos en el siguiente gráfico y que se disfrutaron en las últimas celebraciones de Barcelona:
Su origen se remonta a la Cataluña premoderna; llevan la marca de una prohibición por Carlos III durante la modernidad; resurge a lo largo de la época contemporánea con interrupciones ocasionales; y hoy en día, son festejados por todos como una expresión cultural que trasciende la temporalidad. La palabra que más frecuentemente se escucha es «normalidad», una palabra bastante significativa.
¿Es posible que los altibajos en su popularidad tengan algo que decir sobre la realidad histórica actual de Cataluña?