RNB Laboratories, ubicado en La Pobla de Vallbona, se dedica a la fabricación de sprays corporales, cremas anti-arrugas, geles hidroalcohólicos y perfumes. Muchos de sus productos se venden en grandes cantidades en las tiendas de Mercadona, el coloso de la distribución en España.
El éxito de Mercadona ha convertido su sección de belleza en un popular escenario para los reels y vídeos de instagramers emocionados por la eficacia y los precios bajos de sus productos, como el agua micelar o la crema hidratante.
RNB anunció recientemente planes para generar hasta mil empleos adicionales en los próximos cinco años (alcanzando un total de 2.000 empleados), mediante un programa de expansión e inversión. El anuncio fue hecho durante una visita oficial del presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, a las instalaciones de la empresa. La expansión, que está prevista para iniciar en 2025, incluirá la construcción de un nuevo edificio que alojará oficinas, laboratorio y nuevas líneas de producción, entre otras instalaciones. Además, RNB, la compañía fundada hace 35 años, también lanzará un nuevo «Campus RNB», destinado al desarrollo constante de su equipo. Según el presidente de la asociación de empresas químicas valencianas, la industria de la cosmética está pasando por un excelente momento, y RNB es solo un ejemplo de ello. La industria química, que representa el 30% del sector y es el cuarto mayor exportador de la economía valenciana (generando ingresos por 3.400 millones de euros), es conocida por su enfoque innovador, proporcionando el 25% de la inversión en I+D+i en Valencia.
El sector químico es un motor económico generador de aproximadamente 15.000 empleos directos, de los cuales alrededor del 15% corresponden a la industria cosmética, considerada como un subsector clave. Las empresas de este sector han estado experimentando un crecimiento sostenido, invirtiendo en expansión y desarrollo, según informa el presidente de SPB, una reconocida fabricante de productos de higiene y limpieza con base en Cheste que inició su andadura hace 40 años como un modesto negocio familiar.
Conforme a los datos aportados por Quimacova, la facturación anual de la industria química de Valencia alcanza los 8.100 millones de euros, estando compuesta por unas 580 compañías, cifra algo menor a la de anteriores años debido a diferentes transacciones comerciales, incluyendo adquisiciones y absorciones necesarias para garantizar la continuidad de empresas que no disponían de sucesores.
«Al paso del tiempo, una segunda generación ha tomado las riendas del negocio. Pero en casos donde la sucesión no ha sido una opción y el propietario ha preferido mantener la empresa operativa, se han llevado a cabo compras o fusiones. Es el denominador común de muchas de estas empresas valencianas que surgieron entre los años 60 y 80”, expone Burdeos, quien aclara que «esto no ha implicado una pérdida de empleos, sino al contrario, ha fortalecido el sector. Ha resultado beneficioso”.
Hoy en día, los descendientes lideran prósperos negocios originados en la Comunidad Valenciana durante los años 60 y 80. Burdeos agrega que esta región es una de las más robustas en la producción de productos químicos de uso doméstico, tal como se puede constatar en la etiqueta de muchos productos de cosmética, limpieza e higiene en las grandes cadenas de distribución.
«A través de los principales distribuidores, logramos una participación muy relevante en el mercado. Sin embargo, dudo que el consumidor final sea consciente de que esos productos son de origen valenciano», admite Burdeos.
Los productos referenciados por Burdeos son las lociones fabricadas por Laboratorios RNB que Mercadona vende como productos de marca propia. Las toallitas de higiene personal de Consum, que son producidas por Brevia una empresa en Montaverner. No podemos olvidarnos de los protectores solares Babaria que son producidos por Berioska, situada igualmente en Cheste, o el legendario laca de cabello Nelly, un clásico en peluquerías y salones desde los años 70 en nuestro país, que es elaborado por Laboratorios Belloch, ubicados en València. Nelly, Anian y Germaine de Capuccini son marcas de Valencia que han prosperado. La «marca Valencia» incluye también los champús y acondicionadores de Anian, y algunas lociones que Lidl vende bajo la marca Cien, estas son producidas por Laboratorios Forenqui, desde Picassent. Al igual que Viokox de Picassent y Sesderma de Rafelbunyol. Germaine de Capuccini, que celebra su 60 aniversario en 2024, también es una empresa valenciana. Fundada en 1964 por Carmen Vidal, la compañía tiene su sede en Alcoi y está presente en 3.000 centros de belleza en España y en más de 80 países, a través de distribuidores y filiales propias en Italia, Bélgica, Reino Unido, Colombia, República Dominicana y Estados Unidos. El comercio exterior tiene un papel fundamental para este sector. Según los últimos datos de la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética, España es uno de los países que más exporta productos de cuidado personal, alcanzando los 7.700 millones de euros en 2023. En ese año el sector vivió un crecimiento sin precedentes del 12,1%, siendo la tercera vez consecutiva que tiene un incremento notorio, con un énfasis especial en el cuidado de la piel (+14,3%), que ahora representa el 33% del consumo total. Además, se ha observado un incremento en la demanda de protectores solares, que subió un 20%. A nivel local, este auge de la industria se ha reflejado en el claro crecimiento de empresas como RNB.
Miguel Burdeos aclara que, en efecto, las empresas valencianas están en expansión, aumentando su número de empleados e incluso estableciendo algunas instalaciones de producción en Europa. Según Burdeos, más que atraer inversores a nuestro país, son nuestras corporaciones las que aventuran hacia el extranjero, especialmente debido al significado crucial de las exportaciones.