Si las predicciones para el futuro se cumplen y la inteligencia artificial es el siguiente gran avance en tecnología, las firmas de consultoría serán uno de los principales beneficiarios. Actualmente, estas empresas están desempeñando un papel crucial en orientar a otras organizaciones en sus primeros pasos hacia una transformación que en muchos casos ha sido recibida con buena voluntad, pero también con perplejidad y falta de preparación.
En el variado campo de la consultoría, hay muchos nombres bien establecidos, siendo el más antiguo de ellos IBM, una empresa que tiene más de 100 años. IBM se destaca en particular desde que adquirió PwC en 2002, convirtiéndose en la más grande entre las grandes empresas de tecnología con una enorme capacidad para prestar estos servicios.
Los números hablan por sí solos: IBM Consulting facturó casi exactamente 20.000 millones de dólares el año pasado, lo que representa una tercera parte de los ingresos totales de la corporación. En 2024, había logrado un crecimiento del 6% y empleaba a casi 160.000 personas en todo el mundo.
Desde un punto de vista operativo, IBM Consulting se divide en dos grandes áreas o «áreas de crecimiento». Una de ellas es la transformación de los clientes, que tiene la responsabilidad de guiarlos en la adopción de la inteligencia artificial en los diversos campos de negocio. Su director mundial es el español Jesús Mantas, basado en Austin, Texas, quien en una visita a Madrid resumía así: “Nuestro mayor cambio interno ha sido orientarnos hacia líneas de negocio en lugar de líneas de tecnología”.
La inteligencia artificial generativa promete ser una fuente de negocio significativa para los servicios a las empresas.
La definición parece simple solo en superficie. “Primero afirmamos que adoptaríamos un enfoque de modelo abierto, apoyando a nuestro cliente donde sea que se encuentre y con cualquier tecnología que utilice, la cual no necesariamente tiene que ser IBM sino que a menudo pertenece a Microsoft, SAP, Salesforce, Amazon Web Services o Nvidia, con las que nos debemos familiarizar. Inclusive, hemos comprado catorce empresas que nos han permitido añadir habilidades a las que ya poseemos gracias a los miles de millones que la corporación invierte en Investigación y Desarrollo (I+D)”.
La realidad es que la inteligencia artificial todavía necesita integrarse en las empresas y superar algunas confusiones iniciales. Según un estudio revelador de McKinsey, la inteligencia artificial generativa se convertirá en la base de un negocio multibillonario de servicios para empresas, que aún está por explotarse. Con esta visión, la división especializada de IBM ha lanzado su propia plataforma, Consulting Advantage, que ofrece una amplia gama de asistentes y métodos para facilitar el trabajo de sus consultores en relación con las necesidades de los clientes.
“Sin duda, somos pioneros, pero no buscamos llamar la atención por estar a la vanguardia, sino que nos centramos en implementar la IA en el ámbito empresarial, en aquellas áreas donde pueda generar valor, y lo hacemos con un sentido de magnitud”, dice el directivo. Muchos cometen el error de utilizar un agente de IA genérico, basado en modelos eficientes, pero con desmesurados costos, lo que se traduce en decepciones. “He visto empresas con un verdadero cementerio de proyectos piloto inútiles porque no fueron diseñados pensando en cómo debería integrarse la IA en su negocio específico”.
Un error grave: “Muchos asumen que la IA es gratis o muy barata”.
Mantas argumenta que aunque es positivo que los medios de comunicación promocionen las virtudes de la increíble inteligencia artificial generativa, estos beneficios no valdrán la pena si se persiste en un fallo esencial. Expresa que muchos creen erróneamente que la IA es gratuita o de bajo coste. Cuando activan un modelo LLM para realizar 10.000 transacciones en búsqueda de cualquier resultado, se dan cuenta tardíamente del precio real que han pagado.