Ascer, la asociación empresarial azulejera con base en Castellón, asistió a la feria Cersaie en Bolonia este lunes. Recordó que el mercado externo consume el 75% de los azulejos producidos en España, insistiendo en que la industria española considera la exportación como una necesidad principal.
Actualmente, la preocupación de la asociación es la posición competitiva en el ámbito internacional. Este año se ha registrado una disminución en la producción (2,3% hasta junio de acuerdo a Ascer) y en las exportaciones (alrededor del 7% según la misma fuente).
No obstante, el impacto ha sido amortiguado por la mejora en los costos de energía y la conservación de empleos, que se han visto afectados por numerosos ERTE en los últimos años. Enmarcado en esta situación, un total de 150 empresas españolas – el 90% de las cuales son de la Comunidad Valenciana – están participando en la feria italiana desde el lunes. De este número, 72 se dedican a la fabricación y venta de azulejos y revestimientos cerámicos, todos miembros de Ascer. La Generalitat Valenciana ha financiado una nueva campaña de marketing de la asociación con 600.000 euros. Con el lema «El ingrediente secreto», la campaña tiene como objetivo resaltar los «valores, atributos y cualidades» que hacen única a la cerámica europea, de la que España es la principal productora. «Queremos restablecer la competitividad de la industria y para ello necesitamos el apoyo del gobierno central y la Comisión Europea», señaló Nuria Montes, la Consellera de Innovación, Industria, Comercio y Turismo desde Bolonia. Montes acompaña al sector junto a la directora general de Emprendimiento e Internacionalización, Ester Olivas.
Montes sigue instando a la Unión Europea a implementar un marco que respalde y defienda nuestra industria cerámica, que debe afrontar importantes desafíos como el crecimiento de los costos debido a la crisis energética, la transición hacia la descarbonización y la competencia desfavorable. Asimismo, exige el mismo nivel de exigencia para la importación de estos productos. Ayer, abordó el tema de Cevisama, un evento que se lleva a cabo en Feria Valencia, donde es presidenta del consejo de administración. Durante los últimos años, se ha registrado una importante disminución en el número de expositores.
La parálisis resultante de la crisis sanitaria obligó a posponer el evento de marzo de 2022 hasta febrero de 2023. Esto se debió a que el atractivo comercial se debilitó hasta el punto de perder suficiente atractivo, según explicó la dirección de la feria. Las otras ediciones, marcadas por diversas tensiones en el sector debido a las negociaciones del acuerdo y el impacto de los precios energéticos, llevan a la dirección a replantear el modelo.
La consellera se refirió a este asunto, expresando su convicción en «la necesidad de fortalecer y promover nuestro evento insignia como un referente internacional de la calidad y el potencial de nuestro sector a nivel mundial». Desde su Conselleria, se indica que además de fortalecer el plan de compradores de Cevisama, buscan intensificar la promoción internacional del sector mediante el desarrollo de seminarios especializados en mercados estratégicos. Al mismo tiempo, planean organizar misiones inversas en colaboración con Ascer para presentar nuevas oportunidades de negocios al sector.
Mientras tanto, el sector está reforzando en Italia el mensaje que está llevando al mercado: la industria europea se traduce en “respeto por el medio ambiente, los derechos laborales y la atención al detalle”.
Además, enfatizan la necesidad de invertir en innovación, respetar la tradición y la herencia cultural, así como la importancia de tener un vínculo con la región para evocar lo que denominan «sentido de origen». Sugieren que esta forma de creación y producción se adhiere a los principios que gobiernan la sociedad europea.