Hoy el World Trade Center (WTC) de Barcelona festeja su cuarto de siglo en su plaza central recién reformada. La celebración marca los 25 años del centro de negocios como pilar para las empresas, y los encargados del lugar han presentado las principales directrices de su plan estratégico para la próxima media década.
El plan estratégico 2025-2030 tiene como meta hacer de este complejo, poco reconocido por los habitantes de Barcelona que no lo visitan por obligaciones laborales o eventos de congresos, un destino para el público en general.
En este nuevo capítulo, el WTC pretende extenderse más allá de sus terrenos interiores para abrir una ventana al mar, hacia el puerto de Barcelona, particularmente al Port Vell, y busca atraer no solo a la gente vinculada a las empresas que ocupan el edificio o a eventos de negocios, sino también convertirse en un novedoso lugar de ocio y recreación para la ciudadanía.
Este nuevo enfoque del WTC no significa que olvidará su esencia de centro de negocios. Al contrario, su incorporación al Port Vell de Barcelona coincide con el surgimiento de un ecosistema asociado a la economía azul, al que el WTC se unirá.
Además de incorporar a las empresas ya establecidas, el WTC contribuirá al desarrollo del Blue Tech Port, una zona de innovación portuaria dedicada a empresas relacionadas con la economía azul, en los almacenes de Sant Bertran.
La festividad de hoy también ha sido la inauguración de las recientes remodelaciones que el edificio ha experimentado en los últimos meses, con la renovada plaza central como elemento clave. La plaza ha sido concebida como un lugar de reunión para los 3.500 empleados que trabajan allí y para ser un nuevo punto de interés para los barceloneses, con un ambiente abierto hacia el mar como su principal encanto.
El área plaza se ha expandido con más zonas comunes y espacios sombreados, reemplazando la vieja fuente ornamental con pérgolas y árboles. La renovación, que tuvo un costo total superior a 10 millones de euros, ha permitido la actualización y sostenibilidad, desde un enfoque ambiental, de las principales áreas comunes del edificio.
Lluís Salvadó, presidente del puerto de Barcelona y del World Trade Center Barcelona, señaló que la visión es que el muelle de Barcelona se convierta en otro punto de interés en Port Vell y que su acceso sea una parte normal del día a día. Expresó su deseo de que, con el tiempo, las familias que disfrutan de paseos por el Moll de la Fusta, también visiten el muelle de Barcelona.
«El WTC ya es parte integral del puerto de Barcelona, pero queremos ir más allá y expandir nuestro edificio. El primer paso será el futuro Blue Tech Port”, declaró Carles Anglada, director general del WTC.
El día también marcó la inauguración de una exposición sobre la historia del muelle Barcelona y del edificio. La exhibición cuenta con imágenes de su construcción y sus primeros 25 años, seleccionadas del archivo del puerto de Barcelona por el departamento de Patrimonio Cultural.
