Uno de los asistentes a la mesa de diálogo sobre la disminución de las horas laborales realizada el pasado martes resumió la situación diciendo: «Aunque se ha discutido bastante, no ha habido avances notables». Después del encuentro, los sindicatos instaron a la participación en las manifestaciones programadas para el jueves frente a las oficinas de la organización empresarial, mientras que la CEOE insistió en su rechazo a la reducción legal de la jornada laboral.
Asimismo, la CEOE expresó su descontento por la ausencia de propuestas escritas. El secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, tras más de cuatro horas de debate, intentó dar un panorama ligeramente más optimista, destacando una actitud más receptiva de la patronal.
No obstante, indicó que la única respuesta definitiva aportada fue la disposición a considerar la idea de ofrecer incentivos económicos a las pequeñas empresas para facilitarles la adaptación a jornadas más cortas.
Pese a esto, Trabajo no presentó ninguna nueva propuesta escrita y siguió insistiendo en su meta de reducir la jornada a 38.5 horas en 2024 y a 37.5 horas en 2025. Los elementos principales del diálogo incluyen la disminución de la jornada a 37.5 horas, la implementación de un registro de horario telemático, garantizar el derecho a desconectar digitalmente y todo ello con el respaldo de un plan de incentivos para las microempresas. Este plan ya había sido propuesto en la reunión anterior. La siguiente reunión está programada para el 11 de octubre.
En vista de la situación actual, los sindicatos requieren acción. Mari Cruz Vicente de CC.OO mencionó: «Esto tiene que tener un límite. No podemos seguir indefinidamente trabajando en esta mesa sin logros concretos». En la misma línea, Fernando Luján de UGT declaró que «nueve meses de negociaciones es más que suficiente.»
En preparación para la movilización sindical inicial, los sindicatos convocarán a concentraciones públicas en frente de las oficinas de los empresarios e invitarán a los partidos políticos a expresar su punto de vista sobre la cuestión. Se propuso que la implementación de la jornada laboral de 37,5 horas debería materializarse a lo largo del 2025, en lugar de hacerse efectiva inmediatamente en enero, una situación para la que se reconoce que no hay suficiente tiempo. El sindicato CC.OO. advirtió que la implementación legislativa podría resultar en que la reducción a 37,5 horas se aplique solo en 2026, mientras que las 38,5 horas se establecerían en 2025, lo que significaría un aplazamiento de un año de los planes gubernamentales. No obstante, el Secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, negó cualquier tipo de retraso en los planes y afirmó que persisten los objetivos iniciales. Desde el Ministerio de Trabajo, se subrayó que siempre han defendido la flexibilidad en términos de horas anuales, por lo que, incluso si no se implementa a principios del año, su aplicación persistirá en ese periodo.