Categorías: Economía
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25 septiembre, 2024 7:22 am

El perfil de los barrios de València ya está experimentando cambios debido a las modificaciones en las viviendas

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La transformación demográfica, social y urbana que está viviendo la ciudad de Valencia está rediseñando la metrópolis que conocíamos antes. Este cambio, sumado al notable problema de la vivienda -alta demanda, precios crecientes, insuficiente oferta y jóvenes con escasas posibilidades de independizarse- está empezando a provocar una situación «preocupante», según la Catedra Observatorio de la Vivienda de la Universitat Politècnica de València (UPV).

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Este organismo recientemente presentó un estudio que analiza diferentes indicadores de la ciudad desde el 2018 hasta el 2023: evolución de la población, tipología de familias, edad promedio, nivel de educación y cantidad de vehículos. La conclusión de dicho estudio es que la ciudad está pasando por una fase de cambio acelerado que requiere la atención del gobierno para recibir políticas adaptables que respondan eficientemente y de forma inclusiva a estos cambios.

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Esto es crucial para no marginalizar a ningún ciudadano. Tras analizar los datos proporcionados por el departamento de estadística municipal, el Observatorio de la Vivienda ha concluido que ha habido un ascenso en la población en ciertos barrios como Ciutat Vella, Quatre Carreres, Poblats del Nord y Poblats del Sud, variando entre un 10% y un 41%. En total, nueve barrios registraron más de 20.000 habitantes. Comparando los precios de sus últimos informes sobre el coste de la vivienda, los barrios más densamente poblados donde también se presentan los alquileres y nuevos desarrollos inmobiliarios más caros son Nou Moles, Patraix, Algirós y Russafa.

El Observatorio estudia las corrientes migratorias y patrones demográficos, observando un crecimiento ascendente de individuos nacidos fuera del territorio español. Según sus observaciones, hay un desplazamiento notable de la población nativa de Valencia hacia áreas adyacentes a la ciudad, moviéndose desde el núcleo urbano. Este fenómeno parece deberse a la pandemia, durante la cual aumentó la demanda de viviendas unifamiliares y se incrementó la necesidad de contar con balcones y terrazas. Por tanto, los valencianos se han trasladado a regiones más distantes del centro metropolitano, mientras la población extranjera aumenta en zonas periféricas donde hay un «incremento notable» de familias con niños. Asimismo, se observa una disminución de las unidades familiares en Ciutat Vella y en el Eixample, en pleno centro, con un aumento de hogares unipersonales o con parejas. Otra tendencia es el envejecimiento generalizado de la población. Se acelera especialmente en Algirós, Pla del Real y Olivereta, donde la edad media supera los 45 años. Además, en estos barrios y en otros como Campanar y Benimaclet, ha crecido la cantidad de personas mayores de 65 años.

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