Los alquileres de viviendas continúan en una racha ascendente sin fin aparente, lo que dificulta el acceso a alojamiento para muchos futuros inquilinos y plantea desafíos financieros a los inquilinos actuales. Como resultado, los propietarios han desarrollado un creciente miedo a los impagos de alquiler y han recurrido a los seguros de no pago de alquiler como protección.
Este temor y la consiguiente acción han aumentado aún más los precios de los alquileres y han intensificado la disparidad entre la oferta y la demanda en el mercado de alquiler de viviendas a nivel nacional.
Este incremento en los precios de alquiler ha impedido que muchos solicitantes puedan acceder a viviendas en alquiler, ya que los costos superan a menudo sus ingresos.
Esta inflación del alquiler ha provocado dificultades no solo para los que buscan alquilar, sino también para aquellos que ya residen en propiedades alquiladas, ya que a muchos inquilinos les resulta complicado mantener los pagos de sus rentas. A pesar de no haberse implementado totalmente, la Ley de Vivienda ha sido un factor que influye en esta dificultad, ya que ha generado un sentimiento de inseguridad en los propietarios.
De acuerdo con el último estudio de Fotocasa Research, el 68% de los dueños de segundas residencias están en contra de alquilarlas, y el 17% de ellos afirma que el temor a los impagos de alquiler es la razón principal. Esta actitud ha dado lugar a una disminución notable en la disponibilidad de propiedades para alquilar y a un impulso para maximizar la rentabilidad. Los seguros de impago de alquiler tienen como objetivo calmar estas preocupaciones. Según los datos del Grupo Mutua Propietarios, de las 3,3 millones de propiedades alquiladas en el mercado, 330.000 tienen contratado este tipo de seguro.
Los seguros contra la morosidad no sólo protegen contra la falta de pago de rentas o servicios, sino también contra los costos de daños y actos vandálicos en la propiedad. Los dueños de las propiedades también tienen acceso a asesoría legal y a una acción de desalojo rápida en caso de incumplimiento. Este tipo de seguro es cada vez más popular entre los propietarios, ya que el temor a los inquilinos problemáticos se ha vuelto una de las principales preocupaciones en el alquiler. Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), un estudio publicado en diciembre de 2023 mostró que el 14% de los propietarios ha tenido problemas con la morosidad. Por su parte, Housfy, una compañía especializada en servicios inmobiliarios, ha logrado reducir significativamente este número. De acuerdo con su informe, sólo el 8% de sus inquilinos tuvo problemas con el pago de su renta, de los cuales solamente el 1% terminó por incumplir con el pago, mientras que el 7% restante conseguía liquidar la deuda después de la intervención de la empresa.