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Los compromisos expresados por Illa

Salvador Illa, el recién asumido presidente de la Generalitat, ha puesto desde un principio el foco en la economía. Supone una de sus prioridades tanto por el pacto de investidura suscrito con ERC – busca una financiación distinta para Catalunya – como por su intención y la de su equipo, liderado por la consellera Alicia Romero, de revertir el estancamiento al que atribuyen al procés.

Desde sus inicios en el cargo, Illa ha dialogado con el liderazgo de la patronal catalana Foment, liderada por Josep Sánchez Llibre. Sin embargo, el nuevo presidente también considera esencial dar a conocer su visión económica y metas a los empresarios de todo el país.

Quiere así reforzar la confianza, garantizar la seguridad jurídica y atraer inversiones tanto nacionales como internacionales. En una reciente visita a Madrid, aprovechó para conversar con un grupo de estos empresarios, delineando algunos aspectos precisos de sus planes económicos. Dos grupos se destacaban entre los presentes: aquellos catalanes al frente de empresas con cierta participación pública y conexiones con el PSC, y aquellos directamente vinculados al sector privado. Illa tiene una relación política y personal cercana con los primeros, que incluyen a Antoni Llardén de Enagas, Maurici Lucena de Aena y Marc Murtra de Indra. Asistieron porque sus operaciones centrales se ubican en Madrid; no fue una reunión exclusivamente catalana.

Además de Sánchez Llibre, quién ya fue citado anteriormente, la reunión contó con la presencia de personajes destacados de la economía española como José Bogas, al mando de Endesa; José Antonio Jainaga, a la cabeza de Sidenor; Manuel Manrique, líder de Sacyr; Gonzalo Sánchez, de PwC consulting; Jaime Pérez Renovales, secretario general y miembro del consejo del Santander; Demetrio Carceller, que lidera Damm y Disa; Jorge Villavecia, encargado general de la cervecería; Juan Carlos Ureta, de Renta 4; Luis Cortés, del bufete de abogados Cortés; Meinrad Spenger, de MásOrange; Luis Hernández de Cabanyes, de Renta Corporación; Elena Tejedor, de Mercadona; José Aljaro, de Abertis; Daniel Cuevas, de Philip Morris España; Íñigo Sánchez, de Portobello y Óscar Pérez, de Qualitas. Aunque muchos pertenecen al grupo Ibex 35, el núcleo del capitalismo de España, no todos lo son, cinco en concreto. María Dolores Dancausa, presidenta de Bankinter, también hubiera estado presente si no hubiera sido por problemas imprevistos. Illa ofreció un resumen breve de sus planes como líder de la Generalitat, alineados con lo que ha expuesto desde su llegada a Palau. Afirmó que su primera opción fue unirse a Junts, el partido de Carles Puigdemont, pero debido a la negativa de este último a menos que fuera presidente de la Generalitat, optó por aliarse con ERC y los Comunes. El presidente indicó que si tuviera mayoría, se habría sentido más cómodo con la financiación. Durante el almuerzo, se discutieron la mayoría de los temas que han ocupado la atención de Illa desde su acceso a la presidencia.

La financiación particular de Catalunya fue uno de los principales problemas discutidos. Diversos empresarios se mostraron preocupados ante la posibilidad de que la recuperación financiera de Catalunya implique más tributos y menos servicios para el resto de España. El presidente Illa aclaró que el nuevo modelo de financiación busca resolver los desafíos económicos que enfrenta la Generalitat en la prestación de servicios básicos, los cuales también impactan a otras autonomías, siempre manteniendo el principio de solidaridad e igualdad de servicios públicos. Aseguró no considerar los enfoques bilateral y multilateral como contrapuestos. Por ello, propone visitar a los demás presidentes autonómicos para explicar el modelo catalán. Asimismo, agradecería que otras comunidades también planteasen la posibilidad de recaudar impuestos, alineándose a la propuesta del pacto PSC-ERC. Menciona que, si hubiese tenido la mayoría absoluta en el Parlament, posiblemente habría propuesto un cambio de modelo de financiación más pausado. Sin embargo, en este punto se encuentra comprometido a cumplir con el pacto de investidura. Argumentó que este modelo no pondría en riesgo la unidad de España, tal y como no lo hicieron las medidas de indultos y amnistía pese a las críticas. Sánchez Llibre recordó que ha participado en tres de los cuatro grandes cambios en el modelo de financiación autonómica, y en esos casos, siempre se había profetizado el fin de España desde la oposición de PP y PSOE, cosa que no ha ocurrido. A Illa se le cuestionó tambien acerca de otros asuntos, empezando por la alta carga tributaria en Catalunya.

El político expresó a los asistentes su familiaridad con la preocupación que Sánchez Llibre le había explicado detalladamente. No obstante, afirmó que, en su opinión, España tiene un margen más amplio comparado con Europa, donde los precios son aún más elevados. Demostró su disposición a hacer un ajuste menor en el impuesto de sucesiones. Asimismo, resaltó la necesidad de que las ganancias corporativas sean compartidas con la sociedad. Aprovechó la ocasión para hacer explícita su tendencia socialdemócrata y de humanismo cristiano.

El presidente de la Generalitat mencionó que Catalunya ha tenido grandes demoras en la gestión del agua, las energías renovables y algunas infraestructuras importantes. Entre estas, se incluye la expansión del aeropuerto de El Prat. Con respecto a este, Illa se comprometió a avanzar con la expansión, sin importar el costo, ya que consideraba que era una necesidad impostergable de Catalunya. También se mencionó la falta de planificación y construcción de nuevos hospitales en la región.

Algunos asistentes percibieron a un Illa más convergente que socialista, dadas sus propuestas económicas, sus promesas de asistencia a las empresas, así como su compromiso de brindar seguridad jurídica y reinstaurar a Catalunya como motor de la economía española. La reunión se ambientó con la tradicional música que siempre suena cuando varios empresarios catalanes y españoles se reúnen para discutir asuntos políticos. Se comprometió a impulsar la expansión de El Prat, a pesar de las dificultades políticas.

Es importante recordar que la víspera de este encuentro en Madrid, Puigdemont y su equipo votaron en contra de la ley destinada a regular los alquileres de viviendas en el Congreso. Esta acción fue muy bien recibida por los sectores empresariales, que estaban bien representados en la reunión.

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