En la contienda entre el BBVA y el Banc Sabadell por el control del banco catalán, los altos ejecutivos no han mostrado la intensidad vista en otras ofertas públicas de adquisición y batallas empresariales. A pesar de ello, no dudan en afirmar sus puntos de vista de manera vehemente y lanzarse críticas, sin que esto impida que conversen de forma relajada sobre las tasas de interés.
Así sucedió ayer en Madrid, en un foro especializado en el sector bancario en el que el CEO de Banc Sabadell, César González-Bueno, habló ampliamente sobre la oferta de BBVA hasta llegar a la conclusión de que «se había descarrilado».
Con una tónica irónica, el líder de BBVA en España, Peio Belausteguigoitia, le respondió diciendo que había sido «espectacular».
Ambos bancos tienen una visión diferente sobre la variación bursátil de ambas instituciones. González-Bueno piensa que no es rentable para sus accionistas intercambiar sus acciones por las del BBVA, que está en caída bursátil. Según él, cuando el consejo de Sabadell debía evaluar la oferta de BBVA, este último ya había perdido 6,000 millones en bolsa y la recompensa había disminuido considerablemente. A esto se suma que las acciones del Sabadell han experimentado un aumento del 7% «desde que se hizo pública la oferta», un comportamiento «en concordancia con el resto del mercado», mientras que las de BBVA han caído un 15% debido al mercado mexicano, esencial en sus balances.
El resultado es que ahora la recompensa es mínima, de apenas el 2%. No veo el propósito de la operación, las posibilidades de que tenga éxito son «muy bajas», afirmó durante el foro, que fue organizado por El Economista.
La oferta pública de adquisición (OPA) propuesta sugiere un intercambio de una acción de BBVA por cada 4,83 acciones de Sabadell. Los precios actuales indican una equivalencia de 4,95 veces. Según BBVA, el hecho de que las cotizaciones estén casi en paridad se debe a que el mercado prevé el éxito de la operación. Onur Genç, CEO de BBVA, insinuó recientemente que si la OPA no fuera realizada, el valor de las acciones de Sabadell se desplomaría más allá del precio contemporáneo.
Por su parte, González-Bueno acusó a BBVA de falta de claridad y proporcionar información contradictoria. Refiriéndose a las predicciones de sinergías, que en su análisis podría llevar a la eliminación de 4000 empleos, y a la afirmación de BBVA de que los ahorros serán similares, con o sin fusión, lo cual es «complicado».
Por otro lado, Guindos enfatiza que las fusiones transfronterizas son las mejores entre los bancos.
También predijo que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) analizará la operación en una segunda fase, lo que prolongará el proceso y aumentará las posibilidades de que se apliquen condiciones restrictivas.
¿Cómo responde BBVA a todo esto? Belausteguigoitia fue breve y reafirmó que el juicio debería ser emitido por el mercado y no por el consejo de administración de Sabadell. “Lo vital es que los accionistas expresen su opinión, ya que tendrán la última palabra”, acotó.
El mercado financiero español fue defendido en su carácter «altamente competitivo». Se subrayó que «la cantidad de operadores no es determinante». Se puso más importancia en «la fortaleza, solvencia y eficiencia de las entidades financieras para proporcionar los mejores servicios y productos». Como el BBVA reconoció, el veredicto de la CNMC es esencial para esta operación.
Luis de Guindos, el vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), que también se encontraba en el mismo foro, no elaboró acerca de la operación. Después de que la autorización del BCE se emitiera, con un informe previo aprobado por el Banco de España, se limitó a recordar que «la Autoridad de Competencia todavía necesita evaluar diferentes dimensiones y perspectivas».
González-Bueno comentó «no veo el sentido» a la operación, a lo que el BBVA contestó con ironía «espectacular».
Por otro lado, enfatizó en la relevancia de las fusiones transfronterizas, mencionando la incorporación de la italiana Unicredit en el capital de la alemana Commerzbank. «Siempre hemos sido partidarios de las fusiones transfronterizas», declaró.
Guindos también lamentó que el Gobierno haya quebrantado el «acuerdo tácito de caballeros» entre el Gobierno y el principal partido de la oposición para renovar el Banco de España. La nombración del gobernador, José Luis Escrivá, y la subgobernadora, Soledad Núñez, se llevó a cabo sin el acuerdo del PP. La costumbre indica que el Gobierno nombra al gobernador y el principal partido de la oposición al subgobernador.