El Tribunal General de la Unión Europea ha cancelado la sanción impuesta a Google y su casa matriz, Alphabet, por supuesta ventaja abusiva en su sector publicitario. El órgano de Bruselas asignó una multa de 1.490 millones de euros al gigante de tecnología por presuntamente aplicar restricciones a sus clientes que usaban Adsense for Search, su servicio de publicidad.
La justicia europea determinó que la Comisión Europea “incurrió en errores” en su análisis.
Este caso se originó en 2016, cuando la Comisión Europea inició una investigación tras varias acusaciones, incluyendo una de Microsoft, por posible abuso de poder en los contratos publicitarios online impuestos a terceros, tales como periódicos o agencias de viajes.
Según las argumentaciones de la Comisión Europea, se estableció que Google imponía términos en los contratos de sitios web, impidiendo que competidores, como Microsoft, integraran sus propios anuncios relacionados con búsquedas. En particular, se incluyeron términos exclusivos que impidieron a las webs colocar anuncios de búsqueda de competidores en sus respectivas páginas resultantes. Por esta razón, en 2019, la vicepresidenta a cargo de la competencia, Margrethe Vestager, anunció una multa de 1494 millones de euros a Google y Alphabet por abuso de poder.
No obstante, según la resolución judicial, el Tribunal General encontró que la Comisión no logró “probar” los supuestos términos que Google imponía en sus contratos, y que esto evitaba que competidores pudieran proporcionar sus servicios debido a estos.
Los jueces en Luxemburgo han concluido en su fallo que la Comisión no consideró todos los aspectos pertinentes al tiempo de aplicar estas cláusulas. Además, no ha logrado evidenciar que estas cláusulas obstaculicen la innovación en la industria, y que permitan a Google consolidar su predominio en el rentable sector de la publicidad en línea impactando a los consumidores. Si la Comisión lo estima, el veredicto puede ser apelado.
Una para aquí, otra para allá
Vestager y su equipo de Competencia tienen motivos tanto para celebrar como para preocuparse. Recientemente, la justicia europea respaldó dos fuertes multas, una aplicada a Apple de 13.000 millones de euros por ayudas fiscales ilegales y la otra a Google de 2.424 millones por abuso de posición dominante al favorecer su servicio de comparación de productos, Google Shopping, sobre sus competidores.
No obstante, el Tribunal General ha respaldado en gran medida la multa impuesta por el Ejecutivo a la empresa estadounidense Qualcomm en 2019 por abuso de posición dominante en el campo de los chips, un componente crucial para los dispositivos móviles y smartphones. La Comisión Europea había sancionado con 242 millones de euros, aunque la justicia europea la ha reducido un poco, a 238,7 millones, creyendo que la Comisión no siguió apropiadamente sus propias guías al calcular la sanción.
El Gobierno argumentó y estableció que, entre 2009 y 2011, el productor de chips de Estados Unidos decidió suministrar ciertos volúmenes de sus chips 3G a Huawei y ZTE, dos de sus principales compradores, con precios más bajos que su costo de producción. Esto se adoptó con el propósito de desplazar a Icera, una empresa de fabricación británica que era una seria competidora en ese momento, y que posteriormente se incorporó a la empresa estadounidense Nvidia. Estas alegaciones fueron consideradas como validadas por la corte.