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17 septiembre, 2024 7:37 am

Optimizar las economías invirtiendo en bienestar físico

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Los valores relacionados con el sector de salud han sido preferidos por inversores estratégicos en los últimos años, ofreciendo una rentabilidad anual promedio de entre el 8% y 12%. Esta preferencia es alimentada por la evolución positiva de los índices bursátiles que registran el rendimiento de las empresas de salud a nivel global.

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Este crecimiento ha sido incentivado por las oportunidades emergentes en el ámbito de las nuevas tecnologías y la inteligencia artificial (IA).

Rune Sand-Holm, gestor de los fondos DNB Health Care y DNB Biotechnology, declara que el sector sanitario a menudo presenta rentabilidades superiores, siendo más resistentes en tiempos difíciles.

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Como consecuencia, una inversión en este sector, utilizando como referencia el índice MSCI World Health Care, ha producido rendimientos que cuadruplican los de una inversión comparable en el mercado general desde 1990.

Invertir en esta clase de valores es parte de una táctica defensiva, debido a que el sector de la salud es resistente a los ciclos económicos dada su demanda estable. Sin embargo, se hace pertinente para el inversor de menor tamaño tener una visión a largo plazo, ya que las empresas vinculadas a la salud – principalmente las farmacéuticas, biotecnológicas o productoras de dispositivos – se caracterizan por desarrollar productos que podrían demorar años en lanzarse al mercado. Incluso, en el caso de los medicamentos, algunas veces no llegan a ser comercializados.

A pesar de ciertos factores, el sector salud es uno de los más prominentes en términos de crecimiento, impulsado por elementos como la creciente expectativa de vida, los avances en tecnología y el aumento en la demanda de servicios médicos en las economías emergentes, conforme a lo señalado por Elena Rico, administradora del fondo Renta 4 Megatendencias Salud. En particular, el área que se destaca por su rápido crecimiento es la tecnología médica (Medtech), atribuido en gran medida a la innovación en campos como los dispositivos médicos inteligentes, la inteligencia artificial y la medicina personalizada, indica Rico.

Opciones de inversión en el sector salud
Para aquellos que ven un futuro promisorio y desean sacar provecho de su dinero, el método más aconsejable si no poseen un amplio conocimiento del sector es invertir en un fondo especializado. Esto minimiza los riesgos y los costos suelen ser económicos, expresa Sand-Holm. Aunque existen otras posibilidades como la adquisición de acciones en empresas sobresalientes como Novo Nordisk, Eli Lilly, Johnson & Johnson, Pfizer y Roche.

Si se opta por esta última opción, Rico advierte que se deben tener en cuenta los riesgos asociados ya que dichas empresas enfrentan un extenso proceso de regulación para la introducción de sus productos al mercado, pérdida de patentes, cambios de políticas gubernamentales y una inversión considerable en investigación que no siempre asegura el éxito.

Otra opción es invertir en pequeños laboratorios emergentes a través de plataformas que permiten contribuir a su capital con cantidades desde 500 euros, como propone Ricard Montes de Medone Serveis, siempre con la esperanza de que una gran farmacéutica los adquiera, aunque algunos no superarán el camino.

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