A pesar del reciente viaje del líder español, Pedro Sánchez, a China y su solicitud a la Unión Europea para reevaluar su posición en el conflicto comercial relacionado con los autos eléctricos, la Comisión Europea insiste en continuar las negociaciones con China.
La sorpresiva postura del jefe de gobierno generó cierta perplejidad en el seno de la Comisión. En esta fase final de las conversaciones comerciales, Wang Wentao, el Ministro de Comercio chino, visitará Bruselas la próxima semana para sostener un encuentro con el vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis.
La Comisión Europea ha estado investigando durante casi un año la amenaza que representa para la industria europea la importación de carros eléctricos de China, debido a las subvenciones consideradas como «injustas». En este marco, se acentuó la necesidad de que China remedie totalmente los efectos perjudiciales de las subvenciones halladas en la investigación, como lo recordó ayer un portavoz de la comisión.
«Pese a que España hasta la fecha ha apoyado los aranceles adicionales (oscilando entre 36% y 9%, dependiendo del productor), además del 10% que se impone ya, la repentina postura de Sánchez ha causado desconcierto en Bruselas, donde temen una posible debilidad en su posición de negociación si se adhieren más detractores.
El portavoz de la Comisión, Olof Grill, insistió al recordar que la Comisión es responsable de la política comercial de la UE. Se negó, sin embargo, a opinar acerca de las observaciones de Sánchez. «Iniciamos la investigación basada en evidencias convincentes seguimos investigando en base a una recolección cuidadosa de pruebas, siguiendo las reglas pertinentes de la OMC», subrayó.
Bruselas sigue dispuesta a acordar una resolución negociada, como medida óptima para prevenir una guerra comercial. Valdis Dombrovskis, el vicepresidente, tiene programada una reunión con el ministro chino Wang Wentao la próxima semana, con el objetivo de resolver las dificultades en las negociaciones. La Comisión Europea verificó ayer que las sugerencias planteadas por varios productores chinos para esquivar los aranceles no han sido exitosas. Los productores de vehículos eléctricos chinos presentaron la idea de establecer un costo mínimo de importación para estos vehículos, un recurso comúnmente utilizado para contrarrestar la competencia desleal (como en el caso de los productos agrícolas que ingresan a la UE). «Hemos concentrado nuestro análisis en determinar si estas propuestas erradicarían los impactos negativos de las subvenciones» y «si estos acuerdos de precio pueden ser vigilados y cumplidos efectivamente». «La Comisión ha determinado que ninguna de las propuestas satisface estos criterios» afirmó el portavoz. “Es responsabilidad de las autoridades chinas proporcionar una solución negociada que solucione el problema que hemos señalado”, agregó. Desde julio del año pasado, se ha estado aplicando de manera provisional aranceles a los vehículos eléctricos chinos, y se anticipa una resolución final antes del 30 de octubre, cuando se deberían implementar definitivamente. Bruselas llevará a cabo una consulta con los estados miembros mediante una votación, aunque para impugnar la decisión se necesitaría una mayoría de 15 países.
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