En Estados Unidos, la inflación ha disminuido al punto más bajo desde febrero de 2021. Este hecho establece el escenario para que la Reserva Federal (Fed) comience a disminuir gradualmente las tasas de interés en la reunión de la próxima semana.
En agosto, el índice de precios cayó al 2,5% en comparación con el mismo mes del año anterior, después de cinco meses consecutivos de desaceleración. El coste de los productos aumentó un 0,2% el mes anterior, acorde con las estimaciones de Wall Street.
Se espera en general que, al finalizar su reunión el 18 de septiembre, el banco central de Estados Unidos implementará el primer recorte, marcando el comienzo de una relajación de la estricta política monetaria impuesta desde principios de 2022, cuando la inflación superó el 9%. Actualmente, las tasas se sitúan entre el 5,25% y el 5,50%, el nivel más alto en 20 años.
La dirección se hizo evidente con el informe de desempleo de la semana pasada. Solo se crearon 142.000 empleos en agosto y el desempleo se estabilizó en el 4,2%, ambas cifras peores de las esperadas, lo que sugiere que la política monetaria de la Fed podría haber sido excesiva en su intento por enfriar la economía, corriendo el riesgo de desatar una recesión.
Ahora la pregunta es si se realizará una reducción de 25 puntos básicos, que es la opción más probable, o de 50 puntos básicos, lo que indicaría una mayor preocupación por la perspectiva económica. El informe favorable del índice de precios sin duda respalda el inicio de los recortes, ya que la Reserva Federal está cerca de su objetivo del 2% y, como han admitido muchos expertos, quizás no sea necesario llegar a ese límite.
El valor de la inflación es actualmente del 2,5%, lo cual demuestra una reducción de 0,4% desde julio y está por encima del pronóstico del 2,6% hecho por especialistas. En agosto, la inflación subyacente, que excluye los precios de elementos altamente volátiles como la energía y los alimentos, subió un 0,3%, superando la estimación del 0,2%. Esto sitúa el índice anual en el 3,2%, lo cual coincide con las previsiones. Los analistas sugieren que esta última cifra llevará a la Fed a mantener su postura defensiva, evitando así una respuesta más drástica en términos de recorte de tipos. Tras la publicación de estos datos, el Dow Jones experimentó una caída. De acuerdo a los expertos, estos no son resultados que agraden a los inversores, quienes aspiraban a ver una inflación subyacente más baja, lo que propiciaría un recorte más acentuado por parte de la Fed. Mientras los precios siguen mostrando en general una tendencia moderada, los costos asociados al sector inmobiliario continúan generando problemas. La vivienda, factor que supone un tercio en el índice de precios al consumidor, subió un 0,5%. El índice anualizado alcanza al 5,2%. El precio de los alimentos aumentó un 0,1%, mientras que el coste de la energía se redujo en un 0,8% en comparación con el mes anterior. Los automóviles de segunda mano, un componente significativo, disminuyeron su precio en un 1%.