Volkswagen, el gigante automovilístico alemán, se enfrenta a un posible cierre de dos de sus plantas en Alemania. Este plan de austeridad sin precedentes surge a medida que la competencia con el sector automovilístico chino se intensifica, simbolizando la crisis que atraviesa la industria de la automoción en Alemania.
Las ventas de coches en Europa todavía no han recuperado los niveles previos a la pandemia del covid, lo que se traduce en un déficit de alrededor de 500.000 coches, o el equivalente a dos fábricas, para Volkswagen, que ostenta casi un cuarto de la cuota de mercado europeo.
Según Arno Antlitz, director financiero de Volkswagen, las ventas en el continente han disminuido en dos millones de unidades al año. Mientras tanto, los trabajadores de Volkswagen han mostrado una fuerte oposición a través de su influyente comité de empresa.
Los expertos sitúan gran parte de la responsabilidad de esta situación en la ignorancia durante años del exceso de producción y la disminución de la competitividad. Además, el panorama se ve complicado por motivos geopolíticos, como el aumento de los costos energéticos debido a la terminación de los suministros de gas natural ruso a precios bajos a raíz de la invasión rusa a Ucrania en febrero de 2022.
Las dificultades de Volkswagen son un reflejo de los problemas que enfrenta la industria de la automoción alemana, la más prominente del país. Las ventas de coches en Alemania sufrieron una caída considerable en agosto, arrastradas por el desplome en ventas de vehículos eléctricos, que registraron su peor caída en un año. Según la Agencia Federal del Automóvil (KBA), en agosto se registraron 197,322 vehículos, lo que representa una caída del 27.8% en comparación con el año anterior.
La industria automotriz alemana ha sufrido un golpe significativo a raíz de una dramática caída en las ventas de automóviles eléctricos. Específicamente, el mercado de automóviles eléctricos experimentó un descenso del 68,8%, lo que se traduce en solo 27.024 vehículos vendidos, una cifra impresionantemente baja si la comparamos con las ventas registradas en agosto del año anterior. En aquella oportunidad, la demanda de coches eléctricos se elevó a raíz de la previsión de la eliminación de una bonificación de compra, lo que condujo a un aumento de ventas a un máximo de 86.649 automóviles vendidos. André Schmidt, jefe de la Asociación Internacional de Fabricantes de Vehículos Motorizados (VDIK), el cual representa a los fabricantes de autos a nivel mundial en Alemania, describió este desplome de las ventas como violento, aunque no sorprendente. Complicando aún más el panorama, el ánimo empresarial en la industria de automóviles alemana se sumergió aún más en el territorio negativo en agosto, según el Instituto Ifo de investigación económica de la Universidad de Múnich. El Gobierno liderado por el canciller Olaf Scholz está haciendo su mejor esfuerzo para rectificar la situación, especialmente después de haber finalizado prematuramente un plan de subsidios que estaba destinado a incrementar la demanda de automóviles eléctricos el año pasado. El miércoles, se aprobó un paquete de incentivos para la compra de coches eléctricos que incluye una reducción total de impuestos de hasta 465 millones de euros entre 2024 y 2028, permitiendo a las empresas deducir hasta el 40% del valor de los vehículos eléctricos y de cero emisiones recién comprados durante el año de compra, un porcentaje que se reducirá progresivamente hasta llegar al 6% al final del periodo de proyección.
El gobierno dirigido por Scholz ha aprobado estímulos fiscales para empresas que adquieran vehículos eléctricos. En cuanto a los problemas de Volkswagen, el gobierno reconoce que no sólo se trata de una crisis de empleo, sino que la estabilidad del fabricante es crucial para garantizar las cadenas de suministro de automóviles en Europa, en un momento en que las marcas chinas se están haciendo fuertes en el mercado europeo. Hubertus Heil, ministro de Trabajo y miembro del partido socialdemócrata, ha proclamado que «Alemania debe mantener su posición de fortaleza en la industria automotriz».
