El conglomerado HM Hospitales planea desembolsar 130 millones de euros hasta el 2027 en el marco de su plan de expansión que comenzó en 2021. Dicho plan, que requiere una inversión total de 350 millones de euros, permitirá la adición de siete nuevos hospitales a su red, incluyendo la transformación total de un anterior edificio de residencia en Madrid, así como seis nuevas instalaciones.
El CEO del grupo, Alejandro Abarca Cidon, destaca el sólido crecimiento de HM Hospitales desde la apertura de su primera instalación en 1989, aunque nunca a este ritmo. En el último año, el grupo registró ingresos de 663 millones de euros, representando un aumento del 7,5% en comparación con 2022, y se espera superar los 700 millones en el presente año.
Este crecimiento se atribuye a la puesta en marcha de nuevos centros y al trabajo realizado para inaugurar una unidad académica, capaz de formar a más de 5,000 profesionales al año, junto con otra unidad de investigación y desarrollo.
Actualmente, HM Hospitales consta de 49 centros de atención, que incluyen 21 hospitales, 3 centros altamente especializados en oncología, cardiología y neurociencias, y 3 centros dedicados a la medicina reproductiva, salud ocular y salud dental. Además de todo ello, cuenta con 22 clínicas que se enfocan en consultas externas, diagnóstico y cirugía ambulatoria.
«Abarca indica que todos los ingresos que generamos se reinvierten», una iniciativa que va más allá de lo que otros consorcios hospitalarios han hecho al integrar fondos de inversión en su grupo de accionistas. En contraste, HM Hospitales mantiene el 92% de su capital bajo la propiedad de la familia Abarca, mientras que el resto pertenece a los médicos y líderes del grupo. Abarca añade que «No estamos opuestos a dar la bienvenida a nuevos inversores, siempre y cuando sea dentro de una transacción que permita al grupo expandirse considerablemente». Este enfoque de inversión también ha llevado a HM a incrementar su deuda financiera a 240 millones de euros. «No supera las 3 veces el EBITDA, que también crece con la puesta en marcha de nuevas instalaciones. Somos un grupo familiar y estamos plenamente conscientes de que un apalancamiento extremo podría descarrilar nuestro proyecto.»
Ya siendo el segundo conglomerado hospitalario en España, la estrategia del grupo se centra en concentrarse en unas pocas áreas geográficas para establecer pequeñas redes de atención local: Madrid, donde poseen ocho hospitales, y otros dos en León; Málaga (4 hospitales), Galicia, con dos centros en Santiago y otros dos en La Coruña, y Barcelona, con tres hospitales.
HM inició su operación en Barcelona en 2018 con la adquisición del Hospital Delfos, el cual ha sido transformado con una inversión de 40 millones de euros y tiene intención de duplicar la inversión en el futuro. Posteriormente, agregó a su cartera el Hospital de Nens y la Clínica Sant Jordi, la cual actualmente está en proceso de expansión, permitiendo crecer de 3.000 m2 a 8.000 m2. Además, HM tiene como proyecto la construcción de otro hospital en Sant Cugat, el cual involucraría una inversión de 50 millones de euros, y está en busca de terreno para abrir un nuevo centro de atención en la región del 22@. En total, en el último año el grupo generó ingresos de 90 millones de euros en Cataluña, y espera que para 2028, con los proyectos de expansión y Sant Cugat en funcionamiento, puedan alcanzar los 200 millones de euros.
La presencia local le proporciona a HM una cantidad significativa de pacientes, permitiéndole especializar sus centros, equiparlos con tecnología de vanguardia y contar con médicos expertos. Asimismo, ha podido establecer una unidad educativa que incluye un centro universitario en Madrid, asociado con la Universidad Camilo José Cela, que anualmente forma a 100 médicos y 200 enfermeros, junto con una red de centros de formación profesional, uno de los cuales recién ha inaugurado en Barcelona mediante un acuerdo con Cesur. Según Abarca, la red de centros les permite garantizar prácticas para todos los estudiantes. El grupo también planea abrir un centro universitario en Galicia y aspira a establecer uno en Barcelona.
Comprometidos con la formación.
El pasado año, la sección educativa contribuyó con 14 millones de euros a los ingresos del grupo, aunque su rol principal, según Abarca, es ser un vivero laboral. «Hay una escasez considerable de profesionales de la salud, ya sean técnicos, doctores o enfermeras. En ciertas áreas médicas, la situación es extremadamente grave, tanto en el sector público como en el privado», explica. Los centros de formación les proporcionan la oportunidad de reclutar personal.
No obstante, el grupo indica que uno de los aspectos que más gravan sus cuentas es el gasto en salarios de su equipo de 6.900 empleados, que creció un 9,3% el año pasado. «Los sueldos necesitan aumentar si no queremos mermar nuestro personal, y que se marchen a otros países», advierte.
Sin embargo, los establecimientos sanitarios tienen que lidiar con la presión ejercida por las aseguradoras. «No es factible vender seguros de salud a un precio medio de 65 euros al mes, como sucede en España. En términos de igualdad salarial, en Portugal la prima media es el doble, y en Reino Unido es cuatro veces más elevada», comenta. Esta situación impide a los profesionales una adecuada remuneración y dificulta su retención, dejando apenas beneficios a los grupos sanitarios. «No es sostenible. Tampoco para las aseguradoras. Contamos con 12 millones de asegurados, cada vez de mayor edad, que necesitan tratamientos cada vez más variados, pero más costosos», reconoce.
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