Mireia Sabaté, con 23 años de experiencia en la firma jurídica Baker McKenzie, ha sido ascendida a co-directora del bufete en España. En este nuevo cargo, compartirá responsabilidades con Rodrigo Ogea, su homólogo en Madrid. Originaria de Lleida y nacida en 1978, Sabaté asume la dirección de la oficina española, sustentada por su amplio conocimiento del conglomerado estadounidense, donde ingresó en 2001 como pasante en la oficina de Barcelona.
Durante una conversación en su ciudad, explica su fascinación por el derecho laboral desde su etapa formativa en Esade. Decidió dedicarse intensamente a esta disciplina en el momento en que tuvo la oportunidad. Comparó trabajar en Baker como jugar en el equipo de fútbol del Barça, ya que le permite interactuar con profesionales globales y disfrutar de una positiva cultura de trabajo.
Aunque exige mucho, también le brinda la flexibilidad necesaria para cuidar de sus dos hijos.
Sin embargo, Sabaté no siempre quiso ser abogada. En su juventud, aspiraba a ser jueza, lo que la llevó a estudiar Derecho. A pesar de no tener una tradición legal en su familia, decidió aventurarse en este camino y mudarse a Barcelona para sus estudios. Fue en las aulas de Esade donde descubrió su verdadera vocación por el derecho laboral. Le atrae el aspecto social, la interacción con las personas, negociar con los trabajadores, y al representar los intereses de las grandes empresas y altos directivos en Baker McKenzie, se ocupa de una amplia gama de cuestiones, más allá de los despidos, como los contratos colectivos, los planes de igualdad y las condiciones de trabajo en casa.
Sabaté señala que la ventaja del derecho laboral es que siempre hay demanda, independientemente de la situación. Aún con su agenda ocupada, encuentra tiempo para dar clases en Esade, que la destacó en 2021 por su trayectoria profesional.
Sabaté, a cargo de la oficina en España, dispone de dos años en su mandato para mantener el posicionamiento de Baker como el bufete internacional de referencia en el país. En su trayectoria de 75 años, el grupo ha logrado presencia en 47 países, generando ingresos superiores a 3.000 millones anuales, de los cuales, en España se obtienen aproximadamente 100 millones. La expansión global, representan una de las mejores experiencias de ser parte de Baker para Sabaté. Durante su gestión, tiene como prioridad conservar y atraer talento en la entidad. «No sufrimos de alta rotación de personal, nuestros equipos son estables. Ofrecemos una remuneración al nivel de los mejores bufetes del país, pero también valoramos la posibilidad de otorgar condiciones laborales flexibles, programas de capacitación e igualdad de oportunidades”, comenta Sabaté, quien se convierte en la segunda mujer que ocupa la dirección de Baker en España, después de Montserrat Llopart. Adicionalmente, Sabaté tiene un enfoque en adaptar el negocio acorde a las demandas del mercado, conformando equipos de trabajo que satisfagan las peticiones de los clientes, cada vez más exigentes en sectores como la industria y la tecnología. “La ventaja de trabajar en un bufete de esta envergadura es la posibilidad de tener contacto directo con profesionales a nivel global y que disfrutan visitando Barcelona”. Prueba de ello, es que este año, la ciudad será el punto de encuentro para dos congresos de los equipos de derecho laboral y de competencia. “La oficina de Barcelona tiene una gran proyección internacional y para los clientes locales, representa una gran oportunidad tener a su disposición profesionales de renombre mundial sin salir de casa”. Sabaté concluye que su papel es un privilegio y afirma que si pudiera regresar en el tiempo, tomaría nuevamente la misma trayectoria que la ha llevado hasta su actual posición.
