Nos espera otro ciclo laboral. La estabilidad política puede contribuir al desarrollo adecuado de los acontecimientos. Muchas corporaciones han comprendido que, aunque sus procesos operen de manera eficaz, es necesario implementar estrategias para incorporar la revolucionaria inteligencia artificial. También han percibido la importancia de internacionalizar sus negocios, iniciando por la exportación de productos y servicios, estableciendo fábricas y creando centros de investigación en distintos países.
Hemos presenciado y celebrado la graduación de nuestros descendientes y parientes, que se han convertido en ingenieros, doctores y abogados. Con el aumento de la esperanza de vida, es probable que muchos de ellos vivan más allá de los 100 años.
Sin embargo, debido a la probable falta de fondos gubernamentales en el futuro, es posible que deban seguir el ejemplo de Estados Unidos y trabajar más años para aplazar su jubilación oficial. Esto será posible ya que la mayoría de las personas llegarán a sus 90 años en excelente condición física. Un programa internacional de capacitación puede ser una gran oportunidad. Sin embargo, esto significa que no debemos obsesionarnos con la idea de un empleo permanente al final de una carrera. Tal vez sería buena idea trabajar uno o dos años, como si fueran un periodo de prácticas, antes de realizar un máster o curso de especialización. Es gratificante para mí cuando encuentro a antiguos estudiantes que pasaron por el máster de dirección de empresas y tienen éxito en sus carreras. Para ellos, aquella etapa fue crucial y algunos recuerdan palabras mías que los guiaron hace 30 años o más. Yo siento lo mismo y disfruto hablar con mis antiguos profesores en Harvard, siempre que visito, sobre las tendencias de la economía.
Estos docentes están al tanto de mi participación activa en China porque he llevado a varios altos ejecutivos chinos a Harvard a través de programas que he coordinado con mis tres instituciones: IESE, Harvard Business School y CEIBS, que fue fundada por mí en China. Estos programas estan destinados a capacitar altos mandos chinos en China, Europa y Estados Unidos. La internacionalización es una realidad bien presente en nuestro mundo. Si nos hubieran dicho en los años 70 en la Harvard Business School que China sería la superpotencia mundial en el futuro, no lo habríamos comprendido. En ese entonces, solo había unos pocos profesores y estudiantes de India, la mayoría con la intención de permanecer en América como docentes o funcionarios de su programa de maestría, en caso de ser estudiantes. Sin embargo, ni estudiantes ni profesores chinos estaban presentes. Estados Unidos era la superpotencia mundial. Ahora, es esencial que las escuelas de administración de empresas hagan un esfuerzo para atraer estudiantes de todas partes del mundo. Un programa de maestría puede fomentar relaciones duraderas que podrían facilitar futuros apoyos. Más de un antiguo compañero de clase ha recurrido a mí para ayudar a sus hijos a conseguir empleo en China o Barcelona. Un buen entrenamiento en un programa internacional puede abrir puertas de negocios para toda la vida. Tenemos que explorar esta oportunidad para el beneficio de nuestras familias.