Hoy, Pedro Sánchez, líder del gobierno español, comienza una travesía de siete días a China con un enfoque decidido en la economía. Visitará tanto Pekín como Shanghái para dar apertura al Noveno Foro España-China, un evento coordinado por la Fundación Consejo España China y la Asociación de la Amistad del Pueblo Chino con el Extranjero, que no se realiza desde 2015.
Esta reunión fue ideada en 2003 con el objetivo de establecer un lugar de conversación entre distintos miembros de las comunidades española y china, tal y como lo señala la Fundación Consejo España China.
Sánchez estará acompañado en su viaje por Carlos Cuerpo, ministro de Economía, y Manuel de la Rocha, secretario de la Oficina de Asuntos Económicos de Moncloa.
Por otro lado, un gran número de empresarios también asistirán, ya que la agenda del viaje contempla encuentros entre ejecutivos españoles y empresarios chinos, con el propósito de reforzar los vínculos comerciales.
Durante su viaje, Sánchez tiene programado un encuentro con el mandatario chino Xi Jinping, a quien ya tuvo la oportunidad de conocer en marzo de 2023. También se espera que se reúna con el primer ministro, Li Qiang, y con el presidente de la Asamblea Popular Nacional, Zhang Dejiang. En Shanghái, se reunirá con el líder del Partido Comunista en la ciudad china más poblada y un importante centro financiero global.
La llegada de Sánchez a China sucede en un momento de tensión entre la nación asiática y la Unión Europea debido a la imposición de aranceles sobre los autos eléctricos chinos que son importados a la UE, una propuesta que se concretará el próximo octubre. Las tarifas de la UE a los vehículos eléctricos procedentes de China, siguiendo el ejemplo de Estados Unidos, ya provocaron investigaciones de Pekín sobre las ventas europeas de cerdo en junio, y en agosto, sobre algunos productos lácteos importados a China desde la UE.
España, siendo el proveedor principal de carne de cerdo a China dentro de la UE, se vio afectada significativamente por las primeras investigaciones. Adicionalmente, China presentó una queja formal ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) en relación a los aranceles. En suelo español, estos gravámenes impactarían cerca del 30% de las ventas de coches eléctricos, que sería en torno a unos 8.500 automóviles. No obstante, la firma Seat ha expresado públicamente que estos aranceles afectan la venta de su modelo Tavascan, el cual es producido en China para su posterior distribución en Europa.