Cada vez es más común la utilización de nóminas y contratos de trabajo falsificados entre los solicitantes de alquiler, dado que la creación o modificación de estos documentos puede facilitarles obtener un contrato de alquiler. En la actualidad, simular percibir un alto salario mensual es tan sencillo como hacer un clic de ratón.
La adulteración de nóminas y contratos de trabajo no es un fenómeno nuevo, pero ahora está más extendido que nunca debido a la presión del mercado de alquiler. Para acceder a un contrato de alquiler, un número creciente de candidatos opta por alterar o generar nóminas y contratos de trabajo para cumplir con los requisitos mínimos exigidos.
Esto se debe a la simplicidad del proceso, ya que solo se necesita un software de edición de imágenes. Adicionalmente, los solicitantes pueden contratar servicios externos de falsificación, ya que hay individuos y empresas inmobiliarias en internet que ofrecen su ayuda en estas prácticas. Como propietario, debes ser consciente de esta situación y tomar medidas de seguridad adicionales. Aunque esta estafa no debería desanimar a los propietarios a alquilar sus propiedades, sí deberían estar preparados para ser más meticulosos y atentos. Como medidas, pueden solicitar una copia certificada del contrato de trabajo del inquilino, pedir consentimiento para que la empresa confirme su validez, solicitar la última declaración de impuestos, revisar el historial de empleo y contribuciones, y verificar la veracidad de la empresa empleadora. Otra opción es consultar el registro de deudores para comprobar si el solicitante tiene antecedentes de impago.
Finalmente, es altamente sugerido tener una agencia inmobiliaria de renombre para obtener un respaldo adicional y seguridad en todo el proceso. Es esencial mencionar que aunque el arrendatario tiene el derecho a requerir toda esta información y justificaciones, no está obligado a proporcionarlas. ¿Hay consecuencias para los arrendadores fraudulentos? Sí. La falsificación de recibos de sueldo y contratos de trabajo, así como de cualquier otro documento, es considerada un delito y está penalizada. Conforme al artículo 395 del Código Penal, el delincuente podría ser sometido a una sentencia de prisión de seis meses a dos años. En este sentido, si el propietario encuentra que la documentación dada por el arrendatario es falsa, tiene el derecho a reportarlo. Si se detecta el fraude una vez que el contrato de alquiler ha sido firmado, este será declarado inválido.
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