En la fluctuante economía de España, agosto siempre ha representado un mes difícil para las oportunidades laborales, con un incremento significativo en el número de despidos al término del verano. Este año, la tendencia no ha sido diferente, registrando una pérdida de 193.704 empleos, la mayor en los últimos cinco años desde 2019.
Adicionalmente, los datos de desempleo también presentaron un aumento de 21.884 registrados, aunque este incremento es menor que el de años previos. Aun así, la cifra de afiliaciones en total se estableció en 21,19 millones, después de alcanzar un pico de 21,4 millones en junio y sufrir una baja leve en julio y un descenso significativo en agosto.
Según Joaquín Pérez Rey, Secretario de Estado de Empleo, estos datos reflejan la estacionalidad del mercado laboral español, algo difícil de eludir en un mercado dominado en gran parte por el turismo. Uno de los principales factores de la disminución de las afiliaciones en agosto es la cancelación de contratos en el sector educativo, con una reducción de 72.000, lo que constituye casi un 40% del total de empleos perdidos. Esto indica que persiste la práctica de despedir docentes en verano para recontratarlos en septiembre. En este ámbito, la reforma laboral no ha tenido la eficacia esperada. Aunque en menor medida, la construcción, la industria, el comercio y las actividades de ocio también han experimentado pérdidas laborales significativas, mientras que el sector hostelero ha aumentado en 2.170 nuevas afiliaciones. Este último sector, no obstante, ha mostrado un crecimiento inferior respecto al común en agosto, ya que la media entre 2014 y 2019 registra un incremento de 10.000 afiliaciones, cantidad que fue superada en marzo y abril.
La experta de Funcas, María Jesús Fernández, señala que parece haber un cambio en el patrón estacional de contratación dentro de cierto sector, en el que ahora los contratos se firman preferentemente en la primavera, en lugar del verano. En cuanto al desempleo, ha habido un aumento de 21.884 personas. Sin embargo, este incremento es menos pronunciado que en años anteriores. De hecho, desde 2016 no se había registrado un aumento de desempleo tan pequeño. A pesar de este incremento, el paro alcanza la cifra de 2,5 millones, la cifra más baja desde 2008.
El sector servicios presenta el mayor aumento de desempleo con 20.000 parados adicionales, seguido por el sector de la construcción y la industria. Por regiones, Catalunya lidera el aumento de paro con 8.700 desempleados nuevos, seguida por la Comunidad Valenciana y el País Vasco con 3.000 más y Madrid, que añade 1.600 desempleados a la lista. No obstante, hay algunas excepciones como Canarias y Extremadura, que no ven aumento en el desempleo.
Interesantemente, los datos desestacionalizados muestran 30.000 nuevos contratos y 7.000 parados adicionales. Esto destaca el papel fundamental del calendario en la economía española, tanto en términos de contrataciones como de desempleo. En cuanto a contrataciones, se han registrado más de un millón, con casi 390.000 siendo indefinidos, un 37% del total. De este conjunto, un 42% son de tiempo completo, un 24% de tiempo parcial y 34% son empleos discontinuos.
Además, Elma Saiz, Ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, ha destacado la importancia de los trabajadores extranjeros para el mercado laboral español.
Específicamente, desde enero hasta agosto del año en curso, la afiliación de extranjeros ha experimentado un crecimiento de seis puntos por encima del total de afiliaciones. A pesar de que en agosto se registró una reducción de 20,000, la cifra total aún se encuentra en un rango de 2,87 millones, lo cual representa el 13,4% del total.
