El centro comercial Màgic Badalona, que ha sido administrado por Vila de Badalona durante los últimos veinte años, se encuentra enfrentando problemas financieros y ha entrado en concurso de acreedores. Vila de Badalona, una empresa en propiedad de la familia Sanahuja, tiene una deuda acumulada de 44 millones de euros, de acuerdo a fuentes cercanas al asunto.
Expresan que la crisis de la pandemia del COVID-19 junto al previo desplome del sector inmobiliario han restringido la recuperación completa de un préstamo de 100 millones de euros que fue otorgado hace dos décadas para la construcción del edificio.
El mayor acreedor es el banco alemán Aareal, con el que está en proceso de negociación para aplazar el pago de su deuda. Si es posible, también buscarán obtener una reducción parcial de la misma. Hay otros acreedores, incluyendo proveedores del centro comercial. Vila de Badalona, propietaria del centro comercial, aspira a alcanzar un acuerdo con los acreedores bajo la supervisión de la administración concursal asignada por el juzgado mercantil número 7 de Barcelona. “Hay buena disposición, y esperamos que para octubre se alcance un acuerdo favorable”, indican las fuentes. Mientras tanto, el centro comercial continúa operando con normalidad. Según informes del Ayuntamiento de Badalona –el propietario del terreno, que concedió su uso a Vila de Badalona y expira en 30 años– el concurso de acreedores no afectará las operaciones del centro comercial. Unos 200 empleados laboran en las instalaciones del centro, que abarca una zona comercial, un multicines, un gimnasio, estacionamientos y canchas de baloncesto del club Joventut de Badalona. Estos 200 trabajadores no son empleados directos de Vila de Badalona, sino de una empresa terciarizada que administra el complejo, un modelo de negocio común en el sector.
Contrariamente a ciertos rumores que circulan en las redes sociales y en diversos medios de comunicación, tanto fuentes del club de baloncesto Joventut de Badalona como del Ayuntamiento negaron ayer que el club deportivo tenga que hacerse cargo de una parte de la deuda originada por el centro comercial y, en consecuencia, declararse en concurso de acreedores. Realmente, Vila de Badalona solo tiene dos empleados actualmente. Los hermanos Sanahuja Escofet, quienes son administradores, poseen actualmente sus funciones intervenidas por el administrador concursal.
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