Según el Ministerio de Inclusión y Seguridad Social, los gastos en pensiones experimentaron un aumento del 6.5%, alcanzando un máximo histórico de 12,828 millones en agosto. Este incremento mensual del gasto de pensiones, que marca un récord en las pensiones contributivas con 3.8%, se compara con agosto del pasado año.
Este crecimiento en los gastos de pensiones se debe a los ajustes graduales vinculados a la variación de los precios desde que se implementó esta medida. La inflación provocada por la crisis energética y el conflicto con Ucrania contribuyó a estos aumentos significativos en las pensiones, que, aunque en menor medida, seguirán ocurriendo el próximo año.
Con la información disponible y las proyecciones hasta noviembre, se estima que el crecimiento en las pensiones para el siguiente año rondará el 3%. De los casi 13,000 millones de euros asignados a las pensiones en agosto, tres cuartas partes se dedicaron al pago de pensiones de jubilación, que ascendieron a más de 9,300 millones de euros, un 6.8% más que en agosto del año anterior. En total, en agosto se pagaron más de 10 millones de pensiones contributivas a 9,23 millones de pensionistas. De todas las pensiones, 6,5 millones corresponden a jubilados, 2,4 millones a viudas, 974,000 a personas con incapacidad permanente, 341,000 a huérfanos y 46,000 a familiares. De los 9,23 millones de pensionistas, 4,7 millones son hombres y 4,6 millones mujeres. El informe publicado hoy informa que la pensión promedio es de 1.256 euros mensuales.
Al estudiar específicamente las pensiones de jubilación, se observa que el monto asciende a 1.444 euros, lo que representa un crecimiento casi del 5% en comparación con el año anterior. Un punto relevante es el declive en las jubilaciones tempranas, que ahora representan solo el 28,5% de las nuevas incorporaciones en los primeros siete meses del año, es decir, un total de 57.000, mientras que en 2019, el porcentaje fue del 40%. Además, se ha visto un incremento en las jubilaciones pospuestas, llegando casi al 10%, casi el doble respecto al 2019. Este fenómeno surge como resultado de las medidas implementadas tanto para castigar el retiro prematuro, como para incentivar una mayor permanencia en el mercado laboral.
