Temu, con su lema ‘Compra como millonario’, está triunfando en EE.UU y Europa, ofreciendo todo tipo de productos: desde 24 esponjas de cocina por 2 euros hasta masajeadores de 10 euros y mochilas de viajes de 17 euros. Todo esto gracias a su modelo de precios bajos, ventas directas desde la fábrica en China hasta el cliente final, sin intermediarios, y una estrategia de marketing que incentiva el consumo.
Este éxito ha convertido a su fundador y principal accionista, Colin Huang (o Huang Zheng, 44), conocido por sus orígenes humildes, en el hombre más rico de China con una fortuna aproximada de 50.000 millones de dólares según Bloomberg.
Huang es el creador de PDD Holdings, la empresa madre de Pinduoduo y Temu. A pesar de ser hijo de empleados de fábrica, Huang siempre ha destacado académicamente, desde su educación en una prestigiosa escuela hasta estudiar ciencias de la computación en la universidad y ganar una beca para un máster en Wisconsin, EE.UU. Tras ser pasante en Microsoft, decidió unirse a una compañía emergente, Google, donde contribuyó al lanzamiento de Google China. Su ciudad natal, Hangzhou, es la misma de donde proviene Alibaba, otro gigante chino. En EE.UU. se cruzó con Duan Yongping, quien hizo fortuna en la industria electrónica durante la apertura china de los noventa, y quien le presentó a Warren Buffet, de quien Huang aprendió valiosas lecciones. Hoy, la empresa matriz de Temu supera en valor a Alibaba, gracias a su propuesta de precios bajos.
Abandonó Google persiguiendo una ambición mayor, con la pasión empresarial floreciendo mientras estaba en China. Inicialmente, estableció un comercio electrónico de productos electrónicos que vendió por un monto considerablemente alto. Posteriormente creó una empresa que asistía a las compañías extranjeras para comercializar en plataformas chinas, así como un negocio de videojuegos. Todo esto fue su preparativo para un logro mayor: en el año 2015, puso en marcha Pinduoduo, una plataforma para vincular a productores y consumidores chinos, con él actuando como intermediario, proporcionado la infraestructura y la conectividad. Siempre fue defensor de los precios más bajos, incluso si desembocaba en la competencia robusta entre los proveedores, minimizando sus márgenes de beneficio. Pinduoduo les cobra por publicidad y ventas. Del lado del consumidor, transformó la compra en algo lúdico, una combinación de supermercado y Disney, según sus palabras. Cuanto más participa el cliente, más descuentos recibe. Mientras tanto, él no tiene que lidiar con inventario, producción ni control de calidad, algo que causó críticas.
Su visión se ve reflejada también en el ambiente laboral. Busca eficiencia extrema, rechazando las reuniones inútiles, evasion de responsabilidades o la pérdida de tiempo. Todo gira en torno a los resultados, por lo que valora empleados comprometidos, obedientes, dispuestos a trabajar largas horas y con el deseo de obtener ingresos. Trabajan jornadas extenuantes de 9 o 11 horas durante seis días a la semana en su sede principal. El rendimiento determina los ascensos y descensos constantes del personal. Pinduoduo se listó en el Nasdaq en 2018. Huang decidió dejar la gerencia en 2020 y renunció a la presidencia en 2021 para enfocarse en innovaciones en el sector de alimentos y ciencias. A pesar de su retiro, su impacto permanece.
En la nueva administración, el negocio comenzó a obtener ganancias. Amazon sufrió varios años de pérdidas antes de llegar al éxito. En 2022, surge la historia de Temu. Observando el triunfo de Shein, la empresa optó por implementar Pinduoduo en mercados internacionales bajo la marca Temu, con domicilio en Boston pero con proveedores del mismo origen chino. Su estrategia parece ser todo un éxito, dado que se está implantando en EE.UU. y Europa, saturando el mercado al no declarar los envíos por su valor. Gastan muchísimo en publicidad y utilizan a influencers en las redes sociales para dar a conocer su web. Todo el mundo, de una u otra manera, la compra o la conoce…
Sin embargo, el imperio no está exento de contratiempos. Existen preocupaciones sobre el uso de los datos de los clientes, sobre si se beneficia de mano de obra forzada o de disturbios de proveedores por la gestión de devoluciones y cambios de políticas. Además, hay insinuaciones de falta de transparencia en sus cifras: las de Temu no se desglosan y se desconoce si es rentable o no. También se le acusa de plagiar contenido de grandes marcas y sitios web, generando un conflicto con Shein. Aun así, la gente no deja de gastar, la empresa madre es más valiosa en bolsa que Alibaba, y el negocio sigue creciendo. Huang, por su parte, se vuelve cada vez más rico. Compra como él.
