Comúnmente, al poner una propiedad en venta se busca maximizar las ganancias, y uno de los enfoques comunes es implementar algunas remodelaciones. No obstante, esta estrategia no siempre resulta ser la más conveniente, ya que en ocasiones puede jugar en contra nuestra.
Un cambio radical en la apariencia de la casa puede incrementar su valor, pero también puede provocar desinterés en los posibles compradores. Esto se debe a que una transformación extrema altera completamente el estilo de la vivienda y el resultado final puede no ser del agrado del potencial comprador.
Es importante recordar que las propiedades que atraen más atención son las que son menos personalizadas, permitiendo al comprador visualizar los cambios que consideren acordes a sus gustos. Por ende, si eliminamos esa posibilidad, el atractivo de la vivienda puede disminuir.
Además, una remodelación de gran escala implica un costo considerable, lo que llevará a incrementar el precio de venta, y en algunos casos incluso más de lo debido. Como resultado, se podría terminar ofreciendo una propiedad sobrevalorada que atraiga a menos interesados.
Por otro lado, las reformas menores resultan ser una opción segura y exitosa. El atractivo de una vivienda puede incrementarse a través de pequeños ajustes estéticos y habitacionales.
Una propiedad que se encuentra en un excelente estado de mantenimiento captará más interés. Esto puede lograrse con simples mejoras, como las técnicas de home staging: una capa de pintura fresca, el uso de tonos neutros, una decoración moderna e impersonal, y una meticulosa limpieza y organización.
Del mismo modo, la reparación de cualquier daño existente es fundamental, ya que la mayoría de los compradores prefieren una propiedad que no requiera de reparaciones adicionales.
Es altamente beneficioso tomar en consideración el certificado energético, dado que una elevación en esta calificación contribuye a la apreciación de la casa. También, los posibles compradores mostrarán un aumento en el interés, ya que implicará un menor gasto en sus cuentas. Además, como vendedor, al efectuar mejoras energéticas podrás obtener deducciones en el IRPF de la venta.
Cuándo es y cuándo no es aconsejable reformar una casa para su venta
Existen diversas circunstancias, tanto individuales como inmobiliarias, que determinan la eficiencia de las reformas.
Si la casa está situada en un área donde el mercado inmobiliario tiene una amplia oferta, las remodelaciones contribuirán a resaltar frente a la competencia y atraer a más compradores potenciales. Por otro lado, si la oferta es limitada, el efecto será significativamente menor.
Además, no se aconseja realizar reformas si la casa tiene buenas condiciones de habitabilidad porque esto también resultará en un impacto muy mínimo. Sin embargo, hacer aquellas mejoras que reparen y realcen las fallas, especialmente las serias, serán muy beneficiosa.
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