La Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos y su presidente, Jerome Powell, son señalados por el inquietante desplome de los mercados financieros a nivel mundial. Un retroceso significativo en Wall Street marcó el inicio de la semana, reflejo de una tendencia global causada por la angustia de una posible recesión en EE.UU.
El indicador bursátil Dow Jones experimentó una caída de 1.197 puntos o un 3% justo al iniciarse el día de negociación. Asimismo, el S&P500 descendió un 4% en las primeras operaciones, mientras que el Nasdaq se desplomó un 5,5%, situándose un 15% por debajo de la marca máxima alcanzada el mes anterior.
Estos declives representan apenas otro capítulo tras la disminución del 12% sufrida por el Nikkei japonés—el peor día desde el ‘lunes negro’ de 1987. Los temores de una recesión en Estados Unidos predominan como los principales motivos detrás de este desplome de los mercados internacionales, especialmente después de un viernes desolador donde múltiples expertos previeron una recesión, siguiendo a dos informes laborales consecutivos donde el desempleo ha aumentado en más de medio punto.
Actualmente, la expectativa de un descenso gradual parece una ilusión. Hay mucha inquietud entre los inversores, quienes consideran que la Fed ha fallado al no actuar cuando era necesario y por demorar demasiado en implementar la reducción de las tasas de interés, actualmente situadas entre el 5.25% y el 5.50%—la calificación más alta en 23 años. Todo ello en un esfuerzo por contrarrestar la desaceleración económica causada por la lucha contra la inflación.
Se espera que la primera reducción en los tipos de interés ocurra durante la reunión de mediados de septiembre, probablemente será de medio punto en lugar del cuarto punto que se estaba considerando. Actualmente se percibe que la economía de los Estados Unidos es más frágil de lo que se creía inicialmente, esto debido a que la Reserva Federal (Fed) mantuvo su política monetaria restrictiva por un tiempo prolongado.
El lunes se registraron disminuciones generalizadas, como el descenso del 8.8% en Corea del Sur y la contracción del 3% en Europa. Incluso el oro, que es conocido por su estabilidad en momentos de agitación, sufrió una caída cercana al 3%.
Estas cifras surgen en medio de debates entre analistas sobre si los daños ocasionados por la Fed son tan graves que podrían derivar en una reunión de emergencia para reducir los tipos de interés de manera inmediata.
Los expertos sugieren que la Fed podría adoptar esta estrategia como un medio para contrarrestar el desplome económico, simplemente aumentando los tipos de interés. Aseguran que sería un acto simbólico, pero podría ser suficiente para revertir el rumbo económico.
