La incorporación de un tercer carril en el cruce de Castellbisbal, conocido en grandilocuencia como ‘la puerta de Europa’, tiene un registro complejo y un desarrollo tanto dilatado como gradual. Un letrero desteñido con el tiempo, situado cerca de la estación y que lleva el emblema del, ahora llamado, Ministerio de Transportes (antes Ministerio de Fomento) desde 2020, da fe de esto.
Las construcciones en este sector se iniciaron un año anterior y se han ejecutado de forma segmentada, durante las noches y en los periodos estivales, con el fin de minimizar las molestias para los pasajeros del tren R4 de Rodalies y el voluminoso tráfico de mercancías que transita diariamente por este lugar.
Entre los avances logrados hasta el momento, se incluye la recuperación de un antiguo túnel abandonado para añadir un tercer riel entre Castellbisbal y Martorell, lo que aporta mayor flexibilidad en la administración de transporte ferroviario.
Durante este verano, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) está abordando una de sus etapas finales, con una remodelación total de la cabecera norte de Castellbisbal. Esta es la dirección habitual de los trenes hacia el entramado de Mollet o al puerto de Barcelona si son de cargamento, hacia la ciudad catalana a través de Molins de Rei para los servicios de Rodalies, o hacia una vía enlazada con la industria cercana de Celsa, Gonvarri y Gonvauto.
Las empresas tendrán la capacidad de exportar sin interrupciones fronterizas al resto de Europa una vez finalizadas las obras. Al igual que Seat, que ya ostenta su ramal con el tercer riel ya implementado. «Las industrias de los alrededores de Martorell y Castellbisbal serán las principales beneficiarias de esta infraestructura», resalta el director de infraestructuras de Adif, Luís Fernando Fernández. Según él, con la implementación gradual de los tramos más al sur, el área del puerto de Tarragona, Valencia… y demás, también se beneficiarán, hasta que eventualmente se pueda conectar Algeciras con el resto de Europa.
Por ahora, las nuevas líneas cerca de Castellbisbal incorporan el tercer riel, lo cual permite la circulación de trenes de ancho ibérico, como hasta el momento, y trenes de ancho internacional, conocido como estándar. Esto significa, en última instancia, extender el corredor mediterráneo desde el triángulo de Martorell hasta la frontera con Francia, añadiendo otra conexión ferroviaria con Europa que complementará la terminal de Can Tunis, localizada junto al puerto de Barcelona, que sigue siendo la única salida en ancho internacional hasta el día de hoy para llegar a la frontera francesa.
En este momento, alrededor de 200 trabajadores están laborando bajo un fuerte sol para instalar el nuevo equipamiento de la vía. Se están renovando 8,1 kilómetros de vía y 15.000 metros cúbicos de balasto, se remodela el sistema de electrificación y se están colocando 300 postes que sostendrán los 8,5 kilómetros de la nueva catenaria. Uno de los trabajos más minuciosos es la instalación de 23 aparatos de vía de ancho mixto, cada uno valorado en medio millón de euros.
Un equipo de profesionales altamente capacitados y muy solicitados son los responsables de garantizar que cada vía esté en la ubicación precisa, ni un centímetro más arriba ni abajo, tal como pudo verificar La Vanguardia durante una visita a los proyectos en ejecución.
Actualmente, se está trabajando arduamente en la implementación de los sistemas de señalización y comunicación, que son críticos. Esta programación se está llevando a cabo en un lugar un poco menos caluroso que el sitio de construcción, y se instalarán en la obra una vez que las vías y las catenarias estén en posición.
Debido a su naturaleza complicada, esta etapa del proyecto ha interrumpido la línea R4 entre Martorell y Molins de Rei este verano. Un servicio de bus alternativo está siendo administrado por Renfe durante este período. Las interrupciones concluirán el 11 de septiembre, momento a partir del cual los trenes de cercanías volverán a funcionar.
Aún quedan tareas pendientes que pueden realizarse simultáneamente con el tráfico ferroviario, y se prevé que la obra quede terminada a principios de 2025. Posteriormente, aún queda la aprobación y validación por parte de la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria, un proceso que probablemente se extenderá varios meses. Fuentes de Adif esperan que se concluya para el verano del próximo año, como muy tarde.
Una vez superadas las pruebas de seguridad, la puerta de Europa se abrirá y el corredor mediterráneo avanzará con determinación, a la espera de la finalización de la implementación del tercer carril en el tramo entre Sant Vicenç de Calders y Martorell, un proyecto que lleva seis años en marcha y que parece interminable.
