La conversación social sobre las pensiones está progresando, pero en relación con la racionalización de las horas laborales, hay un estancamiento. Gobierno, sindicatos y empresarios llevaron a cabo dos reuniones diferentes ayer con resultados disímiles. El principal punto de conflicto se encontró en la mesa laboral.
A pesar del optimismo expresado por el Ministerio de Trabajo, la CEOE reiteró su oposición a la disminución de las 40 horas de trabajo semanales actuales a 37,5 horas.
Los empresarios alegan que no están dispuestos a debatir sobre una «contrarreforma laboral».
Según ellos, la disminución del horario de trabajo ya es un tema en las conversaciones de las negociaciones colectivas y se menciona en algunos acuerdos. Según sus declaraciones, las discusiones se encuentran en un punto muerto, sin progresión. Sin embargo, Trabajo decidió reprogramar una reunión con los implicados después de las vacaciones, en busca de un nuevo intento. El gobierno de coalición actualmente carece de respaldo necesario en el Parlamento para reformar la legislación, ya que las negociaciones han sido detenidas por Junts.
El Secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, señaló que «nadie puede oponerse o resistir» medidas como asegurar el desconecto de los trabajadores, intensificar el control horario y reducir la jornada laboral. El segundo al mando del ministerio también mencionó que en la reunión de ayer se determinaron «parámetros» para un futuro acuerdo. Yolanda Díaz, la Vicepresidenta Segunda, también reflejó este sentimiento optimista, afirmando que había margen para un acuerdo. «En cuanto volvamos a nuestras tareas regulares», las negociaciones continuarán, afirmó.
Por otro lado, los sindicatos solicitaron avances después de agosto, pero también advirtieron que, si no hay progreso, lanzarán una serie de protestas en las calles para presionar al gobierno para que legisle sobre la reducción de las horas de trabajo, que fue su reivindicación principal el 1 de mayo.
En la discusión sobre pensiones llevada a cabo ayer, se logró un avance significativo, anticipando un acuerdo inminente. Gobierno, sindicatos y empleadores están cerca de finalizar un pacto para reformar el retiro parcial con contrato de relevo. El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones redujo la cantidad de años requeridos de 34 a 33 (previamente se consideraron 35 años) para acceder a la jubilación parcial junto con un contrato de relevo, y mejoró las condiciones de acceso para los sectores no manufactureros. Extendió el plazo para solicitar la jubilación a tres años antes de la edad legal, siempre que se haya cotizado durante 36 años. En el pasado, el Gobierno incluso llegó a extender este requisito a 38,5 años.
Al concluir la reunión, UGT informó sobre algunas diferencias pendientes, incluyendo la necesidad de evitar confusiones interpretativas sobre los diferentes casos en el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), añadiendo que también se han mejorado algunos aspectos respecto a empleos especialmente penosos o peligrosos. Por ejemplo, se aceptó que los trabajadores pueden proporcionar informes médicos no emitidos por una institución oficial.
El acuerdo está a punto de ser alcanzado, las conversaciones continuaron durante la noche. El equipo de Elma Saiz, junto con los sindicatos y los empleadores, acordó proporcionar nuevos documentos en las primeras horas de la mañana, con la esperanza de programar una nueva reunión en breve que podría concluir con un acuerdo final.