La recuperación post-pandémica de Cataluña se apoyó en sus exportaciones de servicios, particularmente turismo, y la inversión pública, viendo un aumento del PIB de 2,6% en 2023. La Cámara de Comercio de Barcelona espera que este crecimiento sostenido continúe en los próximos años, alimentado por factores más robustos como exportaciones industriales, inversiones y un incremento en el consumo privado.
Joan Ramon Rovira, jefe del departamento de estudios de la Cámara, anticipa un crecimiento económico del 2,5% para este año, un 0,4% más de lo estimado en Mayo, y un aumento del 2,4% para el próximo año, un 0,3% más que los pronósticos anteriores.
Rovira resalta que estamos observando un escenario económico alterado donde hay factores que producen un crecimiento de alta calidad, con la inversión desempeñando un papel clave para mejorar la productividad.
Las exportaciones han sido dominadas por el sector servicios hasta ahora, especialmente el turismo. Sin embargo, la importancia de la industria está en aumento. «Entre 2019 y 2023 hubo un aumento tanto en precio como en volumen de exportaciones, lo que indica que estamos exportando productos de mayor calidad,» explica Rovira. En este sentido, los sectores automotriz y químico están jugando un papel principal.
La creciente importancia de la industria no implica una disminución del turismo. El turismo sigue siendo una de las principales fuentes de ingresos de la economía catalana, aunque con menores tasas de crecimiento.
La Cámara destaca la importancia en la inversión de los fondos Next Generation y la reducción de las tasas de interés. Se espera que ambos factores sigan teniendo un impacto positivo ya que aún quedan planes de ayuda europeos por implementar y se espera que el Banco Central Europeo (BCE) continúe aplicando reducciones moderadas en las tasas de interés.
La Cambra resalta el incremento en el gasto privado, propulsado en gran parte por la fortaleza del mercado de trabajo y la recuperación de los salarios tras la crisis de la pandemia.