Una de las dudas más importantes en relación a los aumentos en las tasas de interés se refiere a su impacto en la morosidad. La elevación del coste de la deuda puede desacelerar la economía, incrementar el costo de los préstamos e inevitablemente llevar a un alza en los impagos.
No obstante, la banca española ha conseguido mantener el índice de créditos en mora a niveles estables entre julio de 2022, periodo en el que iniciaron los aumentos de tasas, y junio del presente año, cuando el BCE implementó la primera reducción, de 4,5% a 4,25%.
Esto fue confirmado recientemente. Por ahora, han superado la prueba.
El informe revelado ayer por el Banco de España indica que los créditos en mora al cierre de mayo, justo antes de que la primera disminución de tasas ocurriera en junio, se situaban en 3,6%, apenas un 0,01% mayor que el 3,59% observado un año atrás. Estos créditos son aquellos que llevan impagos en el capital o los intereses por lo menos durante 90 días o por un valor que supera el 25% de la deuda.
Evolución de la morosidad y de las tasas de interés
Eurozona
Morosidad
12
6
4.5
3
1.5
2015
2017
2019
2021
2023
Fuente: BCE y Banco de España. LA VANGUARDIA
Evolución de la morosidad y de las tasas de interés
Eurozona
Morosidad
12
6
4.5
3
1.5
2015
2017
2019
2021
2023
Fuente: BCE y Banco de España. LA VANGUARDIA
Evolución de la morosidad y de las tasas de interés
Eurozona
Morosidad
12
6
4.5
3
1.5
2015
2017
2019
2021
2023
Fuente: BCE y Banco de España. LA VANGUARDIA
El desempeño de este porcentaje es notable debido a su superación de las expectativas previstas. Anteriormente, se estimaba una tasa de impago mayor del 4% tras un año y hasta un 7% después de dos, en vista de la subida de los intereses. Las lecciones aprendidas de la crisis financiera de 2008 demostraban que los incrementos en las tasas de interés impactaban de manera directa y acelerada la tasa de deudores: en el 2009 empezó con una tasa del 3,37% y terminó con un 5,08% que no dejó de incrementar hasta alcanzar un pico en el 2013 con un 13,62%. Por ello, hace dos años, se proyectaba un panorama bastante peor a lo que hoy en día tenemos.
El porcentaje de préstamos en mora es mucho menor a lo proyectado hace dos años atrás. Los bancos españoles actualmente cuentan con 42.353 millones de euros en préstamos morosos, una cifra similar a la del año anterior. Han llevado a cabo esfuerzos para controlar este indicador, usualmente mediante la venta de carteras de préstamos morosos a entidades no bancarias dispuestas a asumir el riesgo.
Un reporte reciente de Axis Corporate calcula en 8.200 millones de euros el valor de la cartera de préstamos de baja calidad o préstamos no rentables (NPL) de los que los bancos tradicionales se han estado deshaciendo para evitar que aparezca alguna señal de alarma en sus balances.
Sin embargo, hay un factor que tiene un papel aún más dominante en la contención de morosidad y no está relacionado con los bancos. Los clientes están cumpliendo con sus obligaciones financieras de manera regular, gracias en gran medida a la estabilidad laboral. En esta área hay coincidencia entre los expertos, el Banco Central Europeo (BCE), la Autoridad Bancaria Europea (EBA) y las agencias de calificación crediticia.
Los préstamos bajo supervisión especial han aumentado principalmente en el sector del consumo, llegando a representar el 8%.
Debido a las condiciones de crédito más estrictas, existe una mayor cautela al asumir deudas. Según el Banco de España, la cantidad de deuda acumulada por las empresas y los hogares ha alcanzado su punto más bajo desde 2002, registrando también un nivel inferior al promedio en la zona euro. La deuda de las familias ha caído por debajo de la marca de los 500 mil millones de euros por primera vez desde 2006.
El sistema financiero también siente el impacto de los aumentos en las tasas de interés, si bien a una escala modesta. Las proporciones de créditos bajo supervisión especial – un paso antes de convertirse en créditos dudosos – han subido en un 0,4% en lo referente a la compra de viviendas, llegando al 5,6%. Sin embargo, el incremento es aún mayor para los préstamos al consumidor, alcanzando casi un punto, hasta alcanzar un 8%.
Margarita Delgado, la gobernadora en funciones de Santander, mencionó hace un mes que estas son proporciones históricamente razonables. Previó que se espera que una estabilización o disminución en las tasas de interés puedan aliviar la presión financiera en 2024.
En los grandes bancos de España, solo Bankinter ha anunciado sus resultados para el primer semestre hasta ahora. Apenas tiene una tasa de morosidad del 2,6% en España, aunque el banco ha optado por incrementar sus provisiones más allá de lo anticipado para hacer frente a un aumento en la cantidad de créditos.
Los datos divulgados recientemente indican que el crédito total, incluidas las empresas, en los balances bancarios españoles es de 1,17 billones de euros. Esta cantidad es casi 17.000 millones de euros menos que la del mismo mes del año anterior.