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El discurso libertario del presidente argentino Javier Milei ha calado en Elon Musk. El magnate recibió al mandatario ultraderechista en Tesla, su fábrica de autos eléctricos ubicada en Austin, Texas.
Milei, asiduo usuario de X, propiedad de Musk, posteó una foto en la que se lo ve saludando al empresario, y su frase habitual. “¡Viva la libertad, carajo!”.
Milei y Musk coincidieron en la necesidad de liberar los mercados y destacaron la importancia de levantar trabas burocráticas que alejan a los inversores.
El presidente ultraderechista le ofreció colaboración en el conflicto que mantiene la red social X en Brasil, después de que tribunales de ese país retiraran mensajes en los que simpatizantes del exmandatario Jair Bolsonaro instigaban al golpe de Estado y a cometer otros delitos. Ambos acordaron volverse a ver en Argentina en un “gran evento” donde se fomenten las ideas de la libertad.
“Tesla es el mayor consumidor privado de baterías de litio del mundo. La única mina de litio en Estados Unidos es Silver Peak, a 350 kilómetros de la mega fábrica. La cuestión clave para Musk es dónde consigue más litio y la respuesta está en Sudamérica, en el triángulo Argentina, Bolivia y Chile, que concentra el 54 % de las reservas mundiales de este mineral”.
El gran trabajo de las redes sociales era moderar los contenidos respetando estándares de libertad de expresión y derechos humanos. Con Musk, X se ha descontrolado. Se puede monetizar el odio: existen cuentas pagas, que por centavos y por hacerse más conocidas, explotan el contenido de violencia extrema. Este es un problema nuevo.
El pacto entre la CETM y los sindicatos CCOO y UGT garantiza la paz laboral en el sector del transporte.