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Tras el cierre definitivo del gaseoducto en Argelia nos preguntamos si la crisis del gas llegará a España.
En Agosto, el ministro de Energía argelino anunció el cierre del gasoducto que pasa por Marruecos y lleva el gas a España.
Advirtió que no renovaría su concesión y que quedaría inutilizado. Definitivamente, este pasado domingo 31 de octubre, confirmaron el cierre. Las tensiones de estos dos países han derivado en la rotura de sus relaciones y han generado una gran preocupación en Europa.
En España han saltado las alarmas y por eso la visita urgente a Argelia el pasado 30 de septiembre del ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares, y el 27 de octubre de la vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera. Ambos intentaron asegurar que este debate no afectara al suministro de gas en la Península. En los dos viajes, Argelia aseguró al Gobierno Español que no dejaría de suministrar el gas a España.
Argelia es actualmente el mayor proveedor del gas natural que emplea España. Sin embargo, no es el único. El 30% de las importaciones de gas en 2020 vinieron de Argelia (en lo que va de año el 44%). Una buena parte de ese porcentaje llega a las costas españolas a través de dos vías: el gasoducto Magreb-Europa (GME), que pasa por Marruecos, y el gasoducto Medgaz, que llega directamente desde Argelia.
Argelia y el Gobierno de España han confirmado que en ningún caso habrá un desabastecimiento. No obstante, al perder uno de los gasoductos la cantidad de gas natural que entra en España deberán suplir esa demanda por otras vías de importación más caras.
Por su parte, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, planteo el pasado 6 de octubre que la Comisión Europea lidere la compra conjunta de gas de los Veintisiete. Tomó ejemplo de las adquisiciones de vacunas, por lo que ha abierto a una cooperación reforzada en el caso de que no todos los Estados miembros apoyen la medida.
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