Se trataría de una tasa que, pagándose de manera temporal, serviría para paliar las desastrosas consecuencias económicas que está dejando en todo el mundo el Covid-19.
El FMI es el ente que impulsa este impuesto, y una medida similar ya se utilizó de forma excepcional cuando se debió colaborar con la reunificación de Alemania luego de caer el muro de Berlín.
La medida cosiste en reclamar un suplemento en el impuesto de la renta o bien en el impuesto de sociedades. El FMI considera que esta tasa debe aplicarse a las empresas o personas que, en el período coincidente a la pandemia, tengan los ingresos más altos.
La propuesta de este impuesto al Covid llama la atención al provenir del Fondo Monetario Internacional, ya que se trata de un organismo que no se destaca precisamente por un pensamiento “de tipo comunista”.
Según el ente internacional, es necesario el impuesto para ayudar a satisfacer las necesidades de financiación, todas aquellas que nacieron como consecuencia del confinamiento por la pandemia. Además, el FMI estima que los encargados de formular las políticas deberían tener en consideración una contribución temporal de recuperación del virus, consistente en gravar los ingresos elevados de empresas y personas con alto poder económico.
Para el organismo, es fundamental que se emprendan -a nivel internacional y también doméstico- reformas fiscales que persigan diferentes estrategias:
Por último, el FMI hace hincapié en que esta tasa o impuesto -de carácter temporal- no es la primera vez que se impondría. Ya tuvo lugar en otras circunstancias excepcionales como el citado caso de Alemania post-Muro y también para ayudar a Australia en 2011 y Japón en 2013.
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