El pasado 15 de marzo salieron a la venta los nuevos bonos regalo, la última apuesta del País Vasco para dar un empujón a la crisis económica debido a la pandemia, por la que está pasando su comunidad. La medida puesta en marcha por el gobierno de Urkullu, y con el apoyo de ayuntamientos y las respectivas diputaciones, ha sido todo un éxito hasta el momento, ya que cientos de miles de estos bonos fueron agotados al cabo de escasas horas de haberse distribuido por diversos comercios.
Esta iniciativa se trata de que los consumidores adquieran bonos de descuento al comprar ciertos productos de origen vasco, como por ejemplo queso de Idiazabal, pimientos de Gernika,Txacoli y demás tipos de vinos de Rioja y sidras, etc.
Las compras deben ser de más de 100 euros, y su factura se debe enviar como justificante para recibir bonos canjeables en hoteles de todo el País Vasco por el importe de 50 euros. Se podrán utilizar hasta diciembre del año que viene.
En Bilbao se pusieron a la venta unos 110.000 bonos, de 10, 20 y 30 euros, en el que su valor se duplicaba, y que fueron usados en consumiciones en bares y restaurantes de toda la ciudad. De esta forma la idea es que se de un impulso a la recuperación económica de pequeñas y medianas empresas locales, persiguiendo conseguir la restitución de los daños causados por el confinamiento por la pandemia.
El año pasado Urkullu también puso en funcionamiento una campaña similar a esta, en la que se vendieron por el valor de 5, 10 y 20 euros, que duplicarían su coste al comprar o consumir en los establecimientos locales de todo el sector turístico dentro del País Vasco, como hoteles, restaurantes, etc.
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