El SEPE dejará sin pagar a 150.000 personas sus prestaciones en abril. Este es el resultado que ha provocado el ciberataque que sufrió el Servicio Estatal Público de Empleo (SEPE).
El ciberataque a la web del SEPE ha provocado que se deje sin pagar a 150.000 personas sus prestaciones en abril. A pesar de que la MInistra de Trabjo,Yolanda Díaz, aseguró que este ataque no afectaría al abono de prestaciones, finalmente provocarán más de cien mil afectados.
Las personas afectadas son las que deberían comenzar a recibir subsidios durante este próximo mes. Sin embargo, el retraso generado por la suspensión de actividad en las oficinas de empleo ha provocado que estas prestaciones no se puedan abordar a tiempo.
El responsable de CCOO, Josetxo Gándara, estima que en los días que se paralizó el SEPE, se quedaron alrededor de 300.000 solicitudes de prestaciones y subsidios sin introducir al sistema, y que se deberían comenzar a abonar en abril.
Desde CCOO han asegurado que algunas provincias han podido normalizar la situación, pero que la más pobladas, como Madrid, Barcelona o Baleares, «difícilmente podrán responder al retraso adicional».
Desde el sindicato de trabajadores se han mostrado críticos con el plan de choque, propuesto por el director general del SEPE, Gerardo Gutiérrez. Gándara denuncia que «la plantilla se enteró de este plan por los medios». CCOO explica que este plan de choque consistía en «consultar a los trabajadores quién está disponible para hacer horas extra o para trabajar este sábado, el último antes de cerrar las prestaciones de abril».
Los trabajadores denuncian que la plantilla «está agotada», pues las oficinas del SEPE mantienen un nivel de trabajo del 300% por encima de antes de la pandemia. Además, el ataque informático aún no ha sido resuelto.
El ciberataque ha provocado que exista una «desconfianza en abrir flujos de información al exterior», además de que los empleados no pueden teletrabajar. El virus entró en los sistemas y el SEPE parece estar aún lejos de solucionarlo.
Desde CCOO, Gándara informó que «hay un 20% de los PC infectados y hay que desinfectarlos uno por uno». Las secuelas duran desde que el pasado 9 de marzo, los sistemas informáticos del SEPE sufrieran un ciberasalto. Se utilizó un «delnryuk» de última generación, un virus ransomware para robar información.
Sin embargo, no se ha notificado ningún tipo de secuestro de datos, por lo que se deduce que el objetivo de los atacantes era dejar en mal estado los escudos informáticos con los que contaba la institución pública.
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