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La patronal ha dado su respaldo a la propuesta del Gobierno sobre la prórroga de los ERTE hasta el 31 de mayo. Ya tenía el apoyo de UGT y se espera que lo haga CCOO. un apoyo muy previsible después de que tras la última reunión, celebrada el pasado jueves, sus representantes se mostraran partidarios de dar el visto bueno a la oferta de los ministerios de Trabajo y Seguridad Social.
Se mantienen los tres tipos de ERTE acordados en septiembre con el mismo esquema de exoneraciones en las cuotas a la Seguridad Social. Estas empresas tendrán durante cuatro meses una exoneración del 85% en las cotizaciones sociales de sus trabajadores si tienen menos de 50 empleados y del 75% si tienen más, reducciones que se aplicarán tanto para los trabajadores suspendidos como para los que reincorporen a la actividad.
El listado consensuado incluye sobre todo actividades relacionadas con el transporte, el turismo y el ocio con tres más añadidas.
Se mantiene el ERTE de impedimento, figura a la que podrán acogerse todas las empresas que vean «impedida» su actividad por las restricciones adoptadas por las autoridades. Éstas tendrán una exoneración del 100% durante el periodo que dure el cierre siempre que tengan menos de 50 trabajadores, y del 90% si tienen más empleados.
En cuanto al ERTE de limitación, para las empresas que vean limitada sólo parcialmente su actividad por medidas administrativas, incluye exoneraciones decrecientes en función del tiempo que dure el expediente.
Así, el esquema de bonificaciones aplica un 100% en el primer mes para pasar al 90% al segundo, al 85% en el tercero y al 80% en el cuarto para las empresas de menos de 50 trabajadores, en tanto que para las de más de 50 empleados hay que restar 10 puntos a esos porcentajes.
Una de las novedades es la agilización de algunos trámites administrativos, por ejemplo para las empresas con un ERTE por impedimento o de limitación, que no tendrán que volver a presentar una nueva reclamación colectiva sino sólo comunicar que siguen acogidos.
Uno de los escollos en esta prórroga ha sido la cláusula de mantenimiento del empleo, que impide a las empresas en ERTE despedir a trabajadores durante los siguientes seis meses o de lo contrario deberán devolver todas las ayudas.
En estas empresas tampoco se podrán realizar horas extra ni se podrá externalizar la actividad, subcontratar o llevar a cabo nuevas contrataciones.
En esta prórroga de los ERTE hasta el 31 de mayo se mantiene la prestación del trabajador sea por el 70% de la base reguladora, así como el «contador a cero» hasta 2022. Es decir, que el cobro de la prestación por desempleo asociado a estos ERTE no restará derechos futuros para cobrar el paro, así como la protección a los fijos discontinuos.
Asimismo seguirá la atención preferente a afectados por ERTE para recibir cursos de formación. Según datos del Gobierno, alrededor de un millón de trabajadores en esta situación ya ha recibido formación.
Actualmente hay 704.000 personas en ERTE, de las que 450.000 están en alguna de las modalidades que conllevan exoneraciones a la Seguridad Social: unas 193.000 están en ERTE de sectores ultraprotegidos, mientras que otras 49.800 de su cadena de valor están protegidas por este mecanismo. En ERTE de impedimento hay 32.000 personas protegidas y otras 175.000 bajo la figura del ERTE de limitación.
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