Como cada año, el autentico negocio de la lotería de Navidad lo tiene el Estado. Da igual quienes sean los que se hagan con los ansiados primeros premios, o lo que Hacienda logre recaudar, que dependerá siempre de la cantidad de agraciados, y de las fiscalidad mínima recogida en la ley.
En este año, el mínimo exento ha ascendido, de los 20.000 euros a los 40.000. La Agencia tributaria será beneficiada con cerca de 2437,34 millones de euros anuales, solo en lo referido a sorteos de loterías y apuestas.
De las cuales deben tan solo al sorteo de Navidad unos 812 millones de euros . Es decir, un tercio de todo el beneficio generado por las distintas loterías y sorteos de la Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado.
En 2018 las ventas lograron la cifra de 9.256,75 millones de euros, con unos beneficios de 2.466 millones de euros. En 2019 esas ventas subieron un total de 2,85%. En concreto, la Lotería de Navidad registró una facturación de 2.905 millones , que en porcentaje sería un 3,09% más. Todo un año con récord de ventas de décimos. Lo que le convirtió en el mejor ejercicio desde el camino de recuperación, después de la la crisis económica que comenzó en 2014.
Los datos fueron aportados desde la Agrupación Nacional de Asociaciones Provinciales de Administradores de Lotería.
Según ha previsto Selae, en este 2020 las compras de lotería de Navidad se han resentido, debido a la situación de coronavirus. Estiman en 7.751,80 millones de euros las ventas , unos 1.505 millones menos que el año anterior. Por lo tanto, el Estado será el que note esas pérdidas económicas, en comparación con otros años.
Si de algo saca beneficio el Estado, es de todos aquellos españoles y españolas, que pierden los décimos que compran. De ahí sale otro negocio, pues se les suman aquellos que adquieren el Gordo pero nunca revisan los números, o también aquellos que rompen el décimo pensando que era de otro año. De todas esas malas fortunas, el Estado gana una media de 50 millones de euros anuales.
La Selae considera que existen unos 600 trabajadores fijos de media, ese coste de personal supone unos 30,4 millones de euros. Por lo que solo con los millones de euros que gana la empresa de todos los despistaos, puede pagar perfectamente el salario de dos años a toda su plantilla.
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