Saber qué es un despido improcedente, es necesario, al igual que conocer los derechos del trabajador y cómo defenderlos, si hiciera falta.
Toda empresa puede despedir a sus trabajadores siempre y cuando la causas que alegue se ajusten a la realidad. Sin embargo, ocurre que los empleados no saben cuales son sus derechos, ni qué es un despido improcedente, por lo que no saben actuar cuando se produce.
Qué es un despido improcedente
Cuando una empresa decide despedir a un trabajador sin cumplir con los requisitos formales necesarios para ello, se produce un despido improcedente. Por lo que el trabajador tiene todo el derecho a pedir una indemnización mayor que la que seguramente le hayan dado.
Por regla general está el despido procedente y el despido improcedente. El despido procedente es aquel que se produce cuando las causas por las que se despide al trabajador están justificadas.
Cuando ocurre un despido disciplinario procedente, el despido se ajusta a la normativa laboral, y el trabajador tiene derecho a cobrar el paro y un finiquito correspondiente a los años trabajados. Pero no tiene derecho a recibir indemnización, ya que la causa del despido se le imputa a él mismo. No necesita preaviso al trabajador.
El otro tipo es el despido objetivo procedente, que se produce cuando se alegan causas técnicas, organizativas, económicas, de producción, o por causa de fuerza mayor. En este caso el trabajador cobrará una indemnización de 20 días por año de trabajo, con 12 mensualidades como máximo. También tendrá derecho a cobrar el finiquito correspondiente, y la prestación por paro. Este tipo de despido se le debe comunicar con 15 días de antelación al trabajador.
El despido improcedente se da cuando hay una decisión unilateral del empresario de suspender la relación laboral, sin cumplir con los requisitos o las causas que exige la normativa laboral. También se le llama improcedente cuando el empresario no ha cumplido con alguno de los requisitos formales recogidos en la ley.
Solo un juez puede decidir que sea improcedente. El trabajador previamente tiene que denunciar a la empresa , teniendo 20 días para hacerlo desde que le despidieron. Si se declara improcedente, porque la empresa no pueda justificarlo, el trabajador tendrá que ser readmitido, cobrando los salarios de tramitación. O por otra parte recibirá una indemnización mayor que la que corresponde al despido objetivo, es decir, 33 días por año trabajado y 24 mensualidades máximo.
Aunque el trabajador haya firmado su despido, siempre puede demandar a su empresa.
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