Cada preso que cumple una condena en una de las 80 prisiones dependientes de la administración del Estado, costará un promedio de 70,92 euros al día.
Por cada preso que cumpla condena en alguna de los 80 centros penitenciarios del estado, costará 70.92 euros diario, para las arcas públicas en 2021: todas las cárceles menos las de Cataluña, esta nueva alza convierte al sistema penal español en uno de los más caros de la UE
La administración estatal deberá pagar 21,92 euros más por cada recluso el próximo año respecto a la medida diaria del resto de países de la Unión Europea; el gasto por cada recluso al día está en 49 euros, actualmente, las prisiones dan 65,99.
Ángel Luis Ortiz, secretario general de Instituciones Penitenciarias; ha revelado estas cifras este viernes 6 de noviembre en una videollamada organizada por la Red de Atención a las Adicciones, la conferencia se centro en la justicia restaurativa; es decir el apoyo como vía alternativa a ciertos delitos y la justicia basada en la privación de libertad.
Para el secretario general, es una justicia tradicional «cara»; Ortiz recalca que las grandes cárceles desembolsan 8.000 euros al año por cada plaza de recluso; pero a eso toca aumentar el mantenimiento diario del interno, lo que equivale casi 71 euros .
Cabe recalcar que España tiene una de las sentencias más largas con 21,9 meses, en cambio media europea es de 9,8 meses; eso sin contar que este país tiene uno de los sistemas más caros.
La combinación de tener un sistema basado en el castigo con prisión y unos requisitos estrictos con una condena larga, es complicado para acceder a la semilibertad, lo cual da como resultado una población penitenciaria bastante grandes y que choca con tasas de criminalidad bajas respecto a otros países; expresa Ortiz.
En España se realizan 48 delitos por cada 1.000 habitantes, mientras que el promedio de la Unión Europea es de 62 delitos penales. Ortiz ha afirmado que se están pensando en otras opciones a la pena en prisión; un ejemplo podría ser con las 100.000 sentencias hechas en los últimos años que han permitido al recluso tener libertad condicional, pero debe cumplir con ciertos trabajos que beneficien a la comunidad.
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