El Gobierno de España presentó en los presupuestos generales del Estado una subida de impuestos a las rentas altas, a las grandes empresas y un alza también del impuesto de patrimonios. Mientras que el rumbo adoptado en Europa opta por eliminar el IVA.
El ejecutivo ha subido un 2% IRPF a las rentas de más de 300.000 euros anuales, sube tres puntos para rentas del capital de más de 200.000 euros y suma un punto el impuesto de patrimonios.
Además se fija una tributación mínima del 15% para las sociedades cotizadas de inversión inmobiliaria y se reducen las desgravaciones a los planes privados de pensiones.
Las pensiones y el sueldo de los funcionarios suben un 0,9% y las concesiones a ayudas, subvenciones y subsidios por desempleo un 5%.
Sube el IVA del diésel, el de las bebidas edulcoradas o azucaradas. Se crea un impuesto al plástico que afectará a los productos que vengan en envases de plástico.
El resto de países europeos darán ayudas en materia fiscal para las familias y empresas, crean un marco de protección social para los más afectados y desfavorecidos tras la pandemia.
En Francia se han exonerado los impuestos a las empresas destinadas a producción, aplazando un total de 20.000 millones. En Italia se han reducido los impuestos sobre el trabajo, y se ha bajado los tipos de IVA y aumentado la inversión pública . Portugal reduce 6.000 millones los impuestos a empresas y elimina el Impuesto de Sociedades a los sectores más perjudicados.
En Grecia se elimina el IVA hasta 2021, en Alemania se produce una reducción de impuestos, bajada del IVA, desgravación por hijos y ayudas a familias, pequeñas y medianas empresas.
En Reino Unido bajará el IVA del 21 al % en productos de primera necesidad y alimentos. En los países Bajos se produce una reducción del IRPF.
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