A partir de septiembre, muchas empresas pondrán en marcha la “operación regreso” al trabajo con el fin de recuperar la normalidad laboral pre-COVID.
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Con septiembre a la vuelta de la esquina, millones de españoles tienen su atención puesta en el retorno a la actividad laboral tras los meses de vacaciones. A partir del próximo 1 de septiembre, muchas empresas pondrán en marcha la “operación regreso” al trabajo cuyo fin es recuperar la normalidad que existía antes de que el Gobierno central decretara el estado de alarma sanitaria por la crisis del coronavirus, el pasado 14 de marzo de 2020.
La “operación regreso” de muchas empresas aboga por el trabajo en modalidad presencial a pesar de contexto de pandemia que existe en el país.
La presencialidad laboral puede suponer un gran riesgo de contagio puesto que, en muchas ocasiones, implica estar en un espacio cerrado con muchas personas durante un largo periodo de tiempo.
Gran parte de las compañías van a seguir el protocolo de actuación que elaboró el Ministerio de Sanidad, cuya última actualización tuvo lugar el día 8 de junio. Asimismo, muchas empresas cuentan ya con planes de contingencia propios, una política interna que desde lo sindicatos de trabajadores se está exigiendo. Como bien ha explicado Isabel Araque, secretaria confederal de UGT, en una entrevista del diario 20Minutos “nada tiene que ver una cadena de producción en un matadero que en una oficina. Cada centro de trabajo tiene sus características y por ello es importante que se tengan en cuenta para elaborar protocolos de contingencia y actuación específicos”.
La secretaria ha resaltado, además, que las medidas de seguridad que tomen los centros de trabajo deben de verse acompañada por aquellas del transporte público puesto que se trata de un foco de contagio y “no tendría coherencia extremar las medidas en el trabajo y no en el transporte”.
UGT aboga por “mantener el teletrabajo siempre que sea posible”. En caso de que no sea compatible, el sindicato plantea varias medidas como garantizar en todo momento la distancia de seguridad, limitar aforos o extremar la limpieza.
Araque ha explicado que UGT está trabajando por que se cree un fondo de compensación o un sistema de ausencias justificadas retribuidas para aquellos trabajadores que no puedan trabajar por tener un hijo en cuarentena. “La propia ministra ha admitido que están estudiando dar un permiso retribuido para estas situaciones. El objetivo es dar tranquilidad al trabajador y facilitar la conciliación”, ha aclarado en el coloquio.
Jesús Lahera, profesor de Derecho Laboral en la Universidad Complutense de Madrid, ha explicado al mismo diario que hasta que se aprueben los fondos, si se llega a hacer, “existen 3 vías, la excedencia por cuidar a un hijo, en la que dejas de trabajar y cobrar durante los meses que dure; la reducción de jornada, que también implica menos salario; y, por último, la adaptación horaria, en la que se trata de buscar entre empresa y trabajador un acuerdo variado que puede implicar teletrabajo. Si no se aprueba ninguna medida, estas son las opciones”.
La Confederación Española de Pequeñas y Medianas Empresas (CEPYME) ha explicado a 20Minutos los cuatro tipos de medidas internas de contención por las que las empresas están optando. “Las de prevención, que son las que implican una organización de trabajo, que conlleva que no se generen aglomeraciones, entrada y salida escalonada, la manera de desplazarse al trabajo, los baños, etc. En segundo lugar, las de protección, como pueden ser la distancia obligatoria o mamparas. Después, están las medidas de protección individual, es decir, elementos como mascarillas, geles o EPIs. Por último, se encuentra la higienización, que implica el desinfectado diario de los puestos de trabajo”.
Además, ha señalado que además de contar con sus propios planes específicos, “una gran parte de las empresas han preparado test a sus empleados. Quieren conocer cuál es la situación laboral antes de recuperar la actividad económica, con el objetivo de tener el mayor entorno seguro posible”.
Cuarentena de trabajadores
Lahera ha explicado al diario que si hay algún contagio en una empresa que ha elaborado un plan de contingencia específico, este primará sobre el general. En cualquier caso, todos los negocios están obligados a realizar una cuarentena de 14 días cuando se registre un positivo. Durante este tiempo, los trabajadores confinados no tendrían obligación de trabajar puesto que estarían en una baja laboral.
“La cuarentena es una situación en la que tienes que estar en casa y, por tanto, tiene imposibilidad de ir a trabajar por motivos médicos. Por lo tanto, a los positivos y a los casos sospechosos se les debe aplicar la baja. Además, no habría obligación de teletrabajar. Se suspendería el contrato, recibiendo la prestación de Incapacidad Temporal y, una vez superado el tiempo de aislamiento, se reincorporaría al trabajo”.
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