Encuesta de Población Activa: durante el confinamiento, el paro aumentó un 15,3% y más de un millón de empleos fueron destruidos.
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La Encuesta de Población Activa (EPA) confirma que el confinamiento y la ardua crisis sanitaria que tuvieron lugar entre marzo y junio de 2020 han llevado a que la tasa de paro se elevara hasta el 15,3%. Unas 55.000 personas se quedaron sin trabajo y más de un millón de empleos han sido destruidos en el segundo cuatrimestre del 2020.
Si bien los datos sobre el paro durante el confinamiento que ofrece la encuesta son alarmantes, debe destacarse el sector turístico y los afectados por los ERTE están excluidos del sondeo.
Durante el segundo cuatrimestre, 55.000 personas se han adherido a la cola del paro, aumentando un 1,6% más, en comparación con el cuatrimestre anterior.
Además, la ocupación ha disminuido en un 5,4%: 1.074.000 puestos de trabajo fueron destruidos. La crisis del COVID-19 y la declaración del estado de alarma el pasado 14 de marzo han tenido consecuencias descomunales sobre la economía española.
El paro se dispara por el confinamiento
Hasta 15,3% se creció la tasa de paro en el confinamiento, siguiendo la EPA. Este dato es el peor en un segundo cuatrimestre desde 2012. En aquel momento, el desempleo subió en 63.100 personas. No obstante, el descenso de la ocupación si que ha superado todos los registros desde la crisis de 2008. El número total de parados se situaba en 3,36 millones de personas mientras que el número de ocupados era 18,6 millones de trabajadores, a fecha de 30 de junio de 2020.
Solo 13,9 millones de personas trabajaron durante abril y junio de 2020, lo que equivale a solo un tercio de población en edad de trabajar. Además, el número de hogares con todos sus miembros activos ocupados disminuyó en 311.300 – situándose en 10,38 millones –, mientras que el número de hogares con todos los miembros en activos en paro aumentó en 74.900 – fijándose en 1,14 millones. De estos, 1,95 millones y 300.100 – respectivamente – son hogares unipersonales, según los datos de la EPA.
No solo disminuyeron los empleos durante el confinamiento
Asimismo, las horas efectivas de trabajo realizadas también han sido afectadas por la situación, disminuyendo en un 22,5%, en comparación con el primer cuatrimestre de 2020. La suspensión o reducción de jornada de aquellos empleados afectados por un ERTE y la influencia de otros tipos de ausencia han sido algunos de los factores principales.
La tasa de actividad bajó más de 2,6 puntos, hasta 55,54%, tras registrar un descenso del número de activos que se ha calificado de “histórico”: 1,09 millones de personas. Estos niveles no se registraban desde hacía 14 años. Esto implica que es la tasa más baja desde el primer trimestre de 2003. También, se ha reducido el número de asalariados en 1,03 millones de personas (6,3% menos). De estos, 671.900 tenían un contrato laboral (16,2% menos) y 361.900 un contrato indefinido (2,9% menos).
Casado: “el peor dato nunca visto”
El líder del Partido Popular, Pablo Casado, ha sido el primero en manifestar su opinión sobre los datos de la EPA. Ha destacado que “en España se destruyeron 1,1 millones de empleos en un trimestre”, lo que es “el peor dato nunca visto” por el país. Casado ha recordado que de “este drama laboral” quedan excluidos los “4,7 millones trabajadores acogidos a los ERTE”. Ha propuesto como medida para paliar la situación “un plan de choque para bajar costes fiscales, laborales y burocráticos para recuperar el empleo”.
Lorenzo Amor, presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) también ha reaccionado a los datos. Para Amor, “hay que impulsar medidas urgentes que ayuden a empresas y autónomos a sortear la situación de caída de demanda y parón en la economía”. Añade que “hace falta un escudo de liquidez que permita salvar a las empresas, a los autónomos y al empleo”.
Optimismo por parte del Banco Central Europeo
Ante la alarmante situación, el Banco Central Europeo (BCE) ha lanzado un esperanzador mensaje: “los bancos de la zona euro cuentan con la capacidad para resistir al estrés causado por la pandemia de coronavirus”, explicó en un informe. No obstante, si se agrava la situación, la resistencia bancaria queda sobre la mesa. En el informe, prosigue diciendo que las entidades “tendrían que tomar medidas para seguir cumpliendo con sus requisitos mínimos de capital, aunque, a nivel general, el déficit permanecería contenido”.
En su análisis de vulnerabilidad, el BCE recreó dos escenarios a raíz de sus propias proyecciones económicas para el escenario poscovid, publicadas en junio. Según el escenario central, que es el más probable, según los técnicos del BCE, prevé que el PIB real caiga en un 8,7% en la zona euro en 2020. Prevé un crecimiento del 5,2% y del 3,3% en 2021 y 2022, respectivamente.