Los datos de la balanza de pagos en el mes de abril señalan el primer caso de déficit desde el año 2014.
Los datos de la balanza de pagos en el mes de abril señalan el primer caso de déficit desde el año 2014. En concreto, desde el inicio del 2020 los números rojos de la cuenta corriente ascienden a casi 2.500 millones de euros, el peor dato recogido desde 2012.
Y eso a pesar de que los meses de enero y febrero, cuando todavía no había rastro de covid, fueron positivos. Sin embargo, debido a la crisis originada por la pandemia y la consecutiva caída del turismo, los meses de marzo y abril muestran el final de ocho años consecutivos en la reducción de la deuda externa.
La balanza por cuenta corriente arroja un déficit de casi 1.900 millones de euros, lo que contrasta con el superávit de más de 4.000 millones del año pasado.
Reducción de la deuda externa
El estallido de la pandemia y el cierre de negocios y fronteras pone contra las cuerdas el superávit de la balanza exterior. Los meses de verano deberían corregir cualquier desequilibrio registrado en el inicio del año, ya que entre mayo y septiembre la economía española debería registrar un superávit de más de 3.000 millones de euros cada mes. Sin embargo, los datos de mayo y junio anticipan un gran desplome en la entrada de divisas como consecuencia del frenazo brusco del turismo. En mayo, directamente no se produjo la entrada de turistas extranjeros por el cierre de fronteras, y en junio, aunque comenzó la desescalada, todavía el número de llegadas está muy lejos de los niveles previos a la crisis.
Los analistas de BBVA Research prevén que la balanza por cuenta corriente termine el año en negativo, con un déficit del 0,4% del PIB. De esta forma, se pondría fin a casi una década de corrección de la deuda exterior.
El principal cambio estructural que vivió la economía española tras la burbuja financiera fue la corrección del déficit exterior. En la década que va desde 1999 hasta 2008, el país acumuló más de 540.000 millones de déficit, a un ritmo de casi 55.000 millones al año. Este saldo negativo disparó la deuda con el exterior y colocó el país en una situación tan delicada que agravó con creces la crisis de la burbuja financiera.
Hundimiento del turismo
Tras el estallido de la crisis, el país tuvo que ‘apretarse el cinturón’ para reducir el déficit y repagar la deuda acumulada. Desde entonces, la cuenta corriente española ha acumulado un saldo positivo de 175.000 millones de euros hasta ahora. El hundimiento del turismo y la caída de las exportaciones abocan a España a volver al déficit exterior este año, lo que significa volver a incrementar la deuda con el extranjero.
Esta vez, se trata de una cantidad reducida, alrededor de 4.500 millones de euros, sería suficiente para soportar el golpe de la crisis a través de la deuda externa. De momento, el principal prestatario ha sido el Estado, que ha realizado emisiones masivas de deuda durante los últimos meses para financiar todo el gasto público comprometido. La deuda del Tesoro en manos de no residentes se sitúa ya en el entorno del medio billón de euros, casi la mitad de la deuda estatal en circulación.