Australia se encuentra en shock, tras conocer la manera brutal en que fue asesinada una entrenadora de Waterpolo en una prestigiosa escuela de Sídney.
La comunidad educativa y deportiva de Sydney se encuentra conmocionada tras el hallazgo del cuerpo de Lilie James, una talentosa instructora de waterpolo de 21 años de la escuela de la Catedral de San Andrés.
Las circunstancias que rodean su muerte son aún más perturbadoras: fue asesinada brutalmente a golpes con un martillo.
Después de que el padre de James alertara a la policía sobre la ausencia de su hija, fue encontrado su cuerpo en la madrugada del pasado jueves con graves heridas en la cabeza.
Paul Thijssen, un ex colega y entrenador deportivo de la escuela, contactó a la policía cuatro horas después del tiempo estimado del asesinato.
Aunque el contenido exacto de la llamada es desconocido, se sabe que informó sobre la ubicación del cuerpo.
Las cámaras de seguridad de la escuela capturaron imágenes de Thijssen siguiendo a James al baño del gimnasio.
Una hora después, se le vio salir solo, mientras que James nunca abandonó el lugar.
Medios locales han revelado que James y Thijssen mantuvieron una «relación secreta» semanas antes del trágico evento.
Según informes, se habían separado pocos días antes del incidente. Hay indicaciones de que la noche del miércoles tuvieron una confrontación en la escuela.
Tras la llamada de Thijssen, la policía encontró sus pertenencias cerca de un acantilado. Esta situación ha alimentando especulaciones sobre un posible suicidio.
Thijssen se mudó a Australia en 2015 y estudió en St Andrew’s. Pertenecía a una familia bien acomodada.
Posteriormente trabajó como entrenador en la misma institución.
Por su parte, James, aparte de ser entrenadora en St Andrews, enseñaba en una escuela de danza y tenía planes de convertirse en científica del deporte y emprender su propio negocio.
La escuela permanece cerrada mientras la investigación continúa.
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