El tenista serbio Novak Djokovic es finalmente deportado por un fallo unánime y no jugará el Open de Australia. Peligra su futuro.
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Djokovic será deportado y no disputará el Open de Australia. La sentencia del Tribunal ha sido unánime. Esta rechaza las apelaciones del serbio, que tendrá que salir del país y no jugará el torneo en el que ha sido campeón nueve veces.
Novak Djokovic ha sido finalmente deportado
En total han sido tres jueces los que han decidido por unanimidad cancelar el visado de Novak Djokovic. Este finalmente será deportado en las próximas horas y no podrá, por tanto, disputar el Abierto de Australia.
El juicio, que comenzó sobre las 23.30 horas en España y terminó sobre las 8 de la mañana, el Tribunal Federal desestimó la demanda del serbio, a quien el ministro de Inmigración había retirado el visado por una cuestión sanitaria y de orden público. Una resolución para la que no cabe apelación. Los motivos jurídicos se conocerán en los próximos días.
Djokovic, deportado de Australia
Finalmente el caso de Novak Djokovic por tierras australianas termina con un billete de vuelta para el serbio. Este no podrá disputar el Abierto de Australia. Su negativa a vacunarse, y ciertas incongruencias en sus documentos de entrada, han chocado con las normas para proteger al país del coronavirus, toda vez que sufren un aumento de contagios, como el resto del planeta, y que sufrieron en 2020 uno de los confinamientos más estrictos.
El futuro del serbio
Para la Justicia australiana, la decisión de Hawkes para revocar el visado es por el comportamiento del serbio. Explicaron durante el juicio el mal comportamiento del tenista tras haber dado positivo el día 16 de diciembre, razón que esgrimió el número 1 del mundo para estar exento de la vacuna.
A Djokovic, que volvió a pasar otra noche en el Hotel Park, se le permitió entonces reunirse con los abogados para presentar la defensa, pero en esta ocasión el tribunal Federal, compuesto por tres jueces, ha rechazado su apelación. Djokovic será deportado en las próximas horas y se enfrenta a un castigo mayor, el de no poder pisar tierras australianas en tres años.